En una remontada impresionante durante la tercera jornada de la final ante Croacia, Argentina ganó los dos partidos de este domingo y convirtió a Zagreb en una fiesta con los colores albicelestes.
El equipo argentino arrancó la jornada obligado a ganar los dos partidos, y en el primer turno, Juan Martín del Potro dio vuelta un arranque negativo para quedarse finalmente con la victoria ante Marin Cilic en cinco sets.
La hora de la verdad había llegado; frente a frente Federico Delbonis y el gigante Ivo Karlovic. Simple, el que ganaba se quedaba con la gloria, el título, la Copa. Se quedaba con todo.
Y Delbonis hizo el milagro. Ganó su partido en sets corridos y desató la euforia incontenible de todos los presentes en el estadio de Zagreb, y de todos quienes a la distancia lo siguieron por televisión.
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