Sin lugar a dudas, los incendios generaron postales muy tristes donde se puede observar como el fuego avanza sobre la naturaleza en todas sus variantes.
Rescatando historias detrás del fuego, anoche Delfina Urquiza, una mujer de unos 90 años de edad, intentaba detener el fuego con una cruz sostenida por su fe desesperada, en la soledad del monte.
Ella hasta ayer, habitaba los cerros cerca de Las Albahacas, en la Pedanía San Bartolomé. Vivía en un rancho sin puertas en el medio de la nada, que era su todo, junto a sus cabras y ovejas. El monte las amparaba y ya no puede cobijarlas más.
Fuente: Sala de Prensa Ambiental
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