Desde 1940, el turismo social se convirtió en uno de los grandes objetivos de los distintos gobiernos nacionales y provinciales.
Darle la posibilidad de descanso y esparcimiento a las clases más postergadas significó construir complejos hoteleros, edificar colonias de vacaciones y readecuar viejas estructuras para ser utilizadas por la “nueva” clase turista de la Repúbica Argentina.
Alta Gracia, que hasta entonces había sido un polo turístico que atraía solamente a la clase media-alta, no fue la excepción. La provincia de Santa Fe convirtió en colonia de vacaciones un antiguo barrio de casonas señoriales insertado en pleno corazón de la ciudad, y la provincia de Córdoba construyó la colonia que hoy lleva el nombre de José María Paz, camino a Los Paredones. De esta manera, nuestra ciudad se insertaba en el mapa turísitico social de los argentinos.
La realidad, hoy
Si Juan Domingo Perón fue el gran impulsor del turismo social en nuestro país, bueno es referenciar la actualidad con una de sus frases más conocidas: “La única verdad es la realidad” (frase de Aristóteles que Perón copió). Y hoy, la realidad marca que las colonias de vacaciones son gigantescas estructuras venidas a menos por la falta de presupuesto, desidia y hasta el saqueo.
“En Alta Gracia trabajan 5 empleados de planta permanente para mantener las 8 héctareas y los chalets”, reconoce Luis Regazzoni, sub director de Turismo Social de la provincia de Santa Fe, contactado por RESUMEN.
Sin dudas, las consecuencias están a la vista: pastizales altos, edificaciones sin mantenimiento desde hace años, paredes descascaradas; vidrios que se rompen y nunca se reponen, iluminación deficiente y en estado precario y servicios que apenas se prestan en lo básico y en forma reducida.
«Hacemos hasta donde se puede con el personal que tenemos, procuramos ir reparando de a poco las instalaciones”, afirma por su parte Juan, administrador en Alta Gracia de dicha colonia.
El panorama no es más alentador en la Colonia José María Paz. Hoy, tan solo un policía de guardia permanente es su único habitante regular, el cual vive en el lugar custodiando instalaciones deterioradas que nadie se encarga de supervisar ni controar. “Esa colonia no está habilitada”, responden por todo concepto desde el área de Turismo Social del Ministerio de la Solidaridad de la provincia de Córdoba, mientras evitan derivar el llamado a un responsable que debería dar respuestas más convincentes.
Más allá de que ha tenido esporádicos grupos de visitantes en los últimos meses; se sabe que carece de agua y de todo tipo de mantenimiento.
En ambos casos, las explicaciones se remiten a responsabilidades que “por cuestiones de presupuesto”, se han visto resentidas. Además, se brindan escasos detalles ya que debe de respetarse “la potestad” que ambos gobiernos tienen en el lugar; sin embargo Alta Gracia debe convivir con espacios de grandes dimensiones que se encuentran en estado de abandono, y prácticamente no puede usarlos como centros de esparcimiento, deporte o recreación para gente del lugar.
Más allá de que se estén acercando posiciones desde hace más de un año entre ambas provincias y el municipio a fin de llevar adelante proyectos en conjunto, hay que “esperar un poco más”, porque cuestiones políticas frenan cualquier tipo de decisión, aunque nadie se anime a decirlo directamente.
Un poco de historia
En los viejos planos de Alta Gracia, la colonia Santa Fe figura como “Barrio Díaz” ubicado entre los barrios Pellegrini y Pouluyán.
Sus dueños perdieron sus posesiones en la década del 50, por lo que el lote pasó a manos del estado santafesino, que adquirió en remate y a módico precio, las 8 hectáreas de terreno y las lujosas casonas de principios de siglo XX.
La colonia José María Paz, por su parte, fue concebida desde el inicio como tal. Pensada, ideada y contruida para ello, cuenta con un potencial de 350 plazas.
Luis Regazzoni
(Director de Turismo Social de la provincia de Santa Fe)
“La colonia de vacaciones es para uso casi exclusivo de los habitantes de nuestra provincia, más allá de convenios que puedan hacerse con la Municipalidad de Alta Gracia y en casos puntuales. Actualmente, tenemos 5 empleados de planta para el mantenimiento y puesta en funcionamiento del lugar, que cuenta con 8 chalets, incluido el comedor. Hoy, están habilitados siete de ellos y buscamos poner nuevamente en funcionamiento el comedor, aunque por estos días no podemos brindar ese servicio. En los meses de enero, febrero y marzo, la prioridad es para los grupos familiares; entre septiembre y noviembre, los contingentes son de escolares de nuestra provincia. Hay una buena relación con las autoridades de la Municipalidad de Alta Gracia, aunque no hemos podido aún avanzar en proyectos en común. Es territorio y propiedad santafesina y es nuestra responsabilidad absoluta invertir en ello”.
Facundo Torres
(Intendente de Alta Gracia)
“Me reuní con representantes del gobierno de Santa Fe en tres oportunidades; la última fue en noviembre de 2014. Al principio solo por cuestiones meramente impostitivas, pero después fue porque queríamos llevar adelante varios proyectos en el lugar que aún no hemos podido cerrar. Por ejemplo: hacer un paseo público en el espacio verde; adecuar las canchas de fútbol y poner en valor la zona. Debe estar limpio, sin maleza y con los alambrados como corresponde. Con respecto a la colonia José María Paz, también mantuve reuniones con el ministro Passerini; la idea es municipalizarlo. Eso está totalmente abandonado y más allá de que en algunas oportunidades se adecúe y reciba algún contingente no es para nada lógico que esté en esas condiciones. En relación a la colonia Santa Fe, pienso que un pulmón tan importante de la ciudad no puede estar de la manera en la que está y no se nos permita hacer algo al repecto”.
La realidad en números
350 plazas tiene la Colonia José María paz en desuso.
8 hectáreas de terreno explota Santa Fe con mantenimiento casi nulo en plena ciudad.
80 camas tiene Colonia Santa Fe, de las que usa sólo la mitad.
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