Emilio Drazile tiene a cargo la Fiscalía N° 1 de la ciudad y trabaja en la Justicia desde hace 40 años. Estuvo a cargo de causas resonantes, algunas de las cuales le valieron pedidos de sanción ética como la de la muerte del policía Juan Alós. En diálogo con RESUMEN habló de todo, incluso de las falencias de una Ley que cataloga de “garantista” y se defendió de las acusaciones que lo vinculan al poder político.
¿Qué pasa con la inseguridad?, ¿hay más hechos que en 2015?
Hay muchos hechos delictivos, aunque no más que el año pasado. Lo que sí pasa es que este nuevo Código de Convivencia (que reemplaza al viejo Código de Faltas) le corta un poco las manos a la prevención policial.
¿Por qué?
En el tema de las denuncias, por ejemplo. Cuando alguien tiene que denunciar la presencia de un sospechoso y debe hacerlo con nombre y apellido, no lo hace porque tiene miedo. O sea, baja la cantidad de denucias y eso no es positivo. Además, los policías están capacitándose en la aplicación de este código porque la mayoría aún no lo tiene claro. Me parece que cambiar una herramienta de este tipo cuando estás en un momento de crisis de seguridad, es muy riesgoso.
La gente sigue reclamando que los delincuentes entran por una puerta y salen por la otra…
Porque los fiscales aplicamos la Ley; no podemos inventar nada. Hay que pedirles a nuestros políticos que cambien esa Ley. A los fiscales también nos da mucha impotencia determinados casos, pero no podemos hacer nada más que hacer cumplir una Ley que, en muchos casos, es demasiado garantista. Gracias a la Ley garantista que tenemos, vivimos en la inseguridad.
¿Cómo sigue el tema de inseguridad en calle Barbeito? Hubo un importante robo y detenciones.
Hay varios hechos y se trabaja en conjunto entre las dos Fiscalías. La idea es que esta gente que ya tiene antecedentes, (siempre que se compruebe que son los autores), vayan a juicio. Estamos muy preocupados por la seguridad de esa zona, los vecinos tienen una paciencia de oro ya que hace años que aguantan esta situación, y contribuyen mucho en las investigaciones.
El 7 de septiembre se cumplen 3 años de la muerte del policía Juan Alós ¿Cómo está la causa?
La causa Alós en la provincia de Córdoba está totalmente resuelta, es decir; se demostró que fue un suicidio y que no participó ninguna otra persona en el hecho. La resolución mía fue ratificada por el Juez de Control y por el Fiscal de Cámara de Acusación. Se dijeron e inventaron muchas cosas que jamás pudieron probar; es más, insistieron para que la causa vaya a la Justicia Federal, lograron que fuera y nunca pudieron aportar ninguna prueba que comprobara lo que estaban afirmando, simplemente porque no existen. La causa está dormida, paralizada ahora en la Justicia Federal. Hay una persecución, una cuestión inconstitucional contra mi accionar y contra toda la Justicia de Córdoba que se está discutiendo en la Corte y que voy a demostrar en su momento.
¿Persecución de qué tipo?
Se sabrá en su momento.
Se lo acusó también de recibir órdenes políticas en este caso.
Yo creo que fue al revés. Los que salieron a decir que habían ocurrido cosas que no eran ciertas sí obedecían al poder político. ¿Alguna vez me vieron a mí participar de política? Nunca; en cambio ellos sí trabajaban para la Justicia Legítima. No tengo ideologías políticas, las tuve cuando era joven y justamente no tenían nada que ver con quien ejerce el gobierno en Córdoba.
Otra causa resonante que usted tiene a cargo es la del cura Cortés ¿Es inminente la elevación a juicio del detenido?
Sí, está en la Cámara 11 del Crimen, dependerá de sus tiempos. Hubo elementos suficientes para elevar la causa a juicio y para que esté detenido “´Pinguchi” Díaz, el único imputado. Se cumplió con todos los requisitos legales y se le dieron todas las garantías al detenido. Las cosas que no dijo las dirá en la Cámara, y las que no pudo probar, también. La querella puso abogados y psiquiatra, y el psiquiatra manifestó públicamente la frialdad con que confesó lo sucedido.
¿No hubo participación de otra persona en el crimen?
Se trabajó mucho e incluso se demoró la causa por ese tema y no se pudo comprobar la existencia de otra persona en el hecho.
¿Qué delito ocupa hoy el primer lugar en cuanto a cantidad de denuncias?
Sigue la violencia familiar ocupando el primer lugar desgraciadamente. Más de la mitad de las causas con presos que van a juicio son debido a esto. Se le da prioridad por el peligro que significan, y dentro de esto se le da tratamiento urgente a la violencia de género.
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