La decisión de que Gabriel Medina, titular del Sindicato de Trabajadores Municipales, integrara la lista de Concejales de UPC generó ya en 2015 varios descontentos. Por un lado, quienes decían que sentar en el recinto al fiel saieguista era un movimiento arriesgado pero astuto. De esa forma por un lado se aseguraba la presencia de un hombre fuerte de Saeig en el Concejo y por otro se agilizarían las negociaciones con el gremio y se podía pensar en una gestión armónica.
Ambas cosas se dieron de esta forma; salvo un fuerte cortocircuito en abril de 2017, con asamblea y amenaza de paro que tuvo más tinte de apriete político que de medida gremial.
Por otro lado, desde la oposición y en la mesa chica de los colaboradores de Facundo Torres, se veía con mucha incomodidad ese doble rol que, decían “es justamente lo que la gente no quiere ver más de la política”.
Ahora, el 14 de febrero se llevó adelante otro acto eleccionario para renovar la Comisión Directiva de Sitramag y, a pesar de los supuestos malhumores, hubo una sola lista y la encabezó justamente Medina que oficializó así por cuatro años más., acompañado por el mismo equipo de municipales.
¿Y la oposición?
La municipalidad y el gremio cuentan con numerosos militantes radicales. ¿No pudieron conformar otra lista? No tuvieron el agarre suficiente para enfrentarse a la situación no sólo desde las quejas o los comentarios ácidos, sino más bien desde los hechos?
Medina será Secretario del gremio hasta el 2022; 16 años seguidos. Y Concejal hasta diciembre de este año. Entonces que no se quejen.
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