La quinta noche del Encuentro Anual de Colectividades tuvo de todo: folclore vibrante, la fiesta de los riojanos desatada a fuerza de harina y albahaca, polémica desde el escenario y la omnipresente lluvia.
Fue justamente el factor climático el que marcó una noche con convocatoria más que modesta, con pocos valientes que se animaron a desafiar a las nubes amenazantes. A pesar de que se esperaba una tormenta para las 23, el agua tuvo el buen gesto de demorarse un poco para dejarnos disfrutar.
Sergio Galleguillo subió puntual al escenario, hizo derroche de energía y el público le respondió. La lluvia de harina desde la grada (típico de la chaya riojana, de la que Galleguillo es un destacado embajador) le puso un marco de fiesta y alegría a una noche que prometía.
«Nos encargamos de que hubiera harina. El año pasado no se tuvo en cuenta ese detalle y estuvo más aburrido que nunca», indicaron desde la Comisión.
Al promediar su show, Galleguillo se despachó: «Gracias a todos por estar. No entiendo a esos que critican a los festivales y después son los primeros que van a golpear la puerta para que los contraten. Si no les gusta el horario, que no vayan». El cantante hacía referencia a las expresiones de distintos grupos del folclore que se han quejado abiertamente en los últimos días por los retrasos en Jesús María y Cosquín, fundamentalmente.
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