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El Fiscal rompe el silencio y habla de las amenazas que recibió

El fiscal Emilio Drazile, fue sobreseído por violación de los deberes de funcionario público, investigación que estaba a cargo de la Justicia Federal de Córdoba, en relación a la muerte del policía Juan Alós. Cabe recordar que Alós, quien pertenecía a la ex División Drogas Peligrosas, fue encontrado sin vida, con un disparo en la cabeza dentro de su auto, el 7 de septiembre de 2013 en inmediaciones de Bosque Alegre; justamente algunos días después que estallara la causa de “narcoescándalo”, la cual involucraba a Policías de alto rango de la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico.

La causa tomó estado nacional y fue blanco de innumerables interpretaciones y denuncias. La mayor recayó sobre Drazile, a quien se lo acusó entre otras cosas de haber modificado la escena del crimen. En dialogo con Resumen, el magistrado, (que según se conoció está próximo a dejar el Poder Judicial), dio a conocer algunos detalles de la investigación que para la justicia provincial está cerrada hace varios años y de las amenazas que recibió.

Fue sobreseído de una causa que tuvo repercusión nacional ¿Le afectó ésto su vida profesional y familiar?
Sí, me afectó. No sólo por las denuncias que me hicieron, sino también por las amenazas que recibí tanto yo como mi familia, fueron momentos muy duros. La causa Alós fue resuelta y confirmada por todos los órganos de la Provincia. Luego, me hacen una denuncia los parientes del difunto con asesoramiento letrado. Y esa denuncia es investigada y es resuelta en la Provincia de Córdoba por otros juzgados. Luego fue dejada y consentida por la querella, es decir, el doctor Nayi. No la apeló, no hizo nada, y posteriormente la misma denuncia que había presentado, exactamente la misma, la presenta en la Justicia federal. El doctor Senestrari (fiscal federal) me promueve acción, investigación penal por incumplimiento de los deberes del funcionario público por mi actuación en el lugar del hecho, actuación que había sido revisada y ratificada por el Juzgado de Control de Córdoba.

Mucha gente se preguntó en ese momento, y ya que habla de su procedimiento, por qué el fiscal apagó el motor del auto y las luces; en definitiva, tocó la escena…
Primero, nadie criticó nada hasta que pasó un tiempo y trataron de cambiar lo que había ocurrido. Yo entiendo que los parientes tengan el principio de la negación porque alguien de la familia se quita la vida. Se me cuestionó que había ido al lugar del hecho cuando nosotros siempre vamos al lugar del hecho en la Justicia provincial. Después me decían de que había abierto la puerta. Hay que recordar la fecha: septiembre de 2013. Llegaron y entraron los incendios a Alta Gracia. Yo llego a las sierras con problemas de incendios y había un vehículo en marcha al lado de los arbustos y supuestamente un hombre muerto. La tarea de un fiscal, la primera tarea de la Justicia es la vida, no es la muerte. Inmediatamente, abrí la puerta, porque tengo facultades para hacerlo sobre todo el personal policial y científico, soy el que dirige. Abrí la puerta con un guante de látex, como corresponde, apagué el auto -porque podría haberse prendido fuego, y me fijé qué pasaba con ese señor. Se esperó que viniera personal policial, inmediatamente se le entregó la llave y se le dijo al jefe, una médica, “hice tal cosa”, poniéndola en conocimiento, justamente cuidando el lugar del hecho. Pero dijeron todo lo contrario: que tocó el cuerpo, que lo movió, etc. Trataron de buscar algo que no existía, de ensuciar. Hay que ser clarito, porque a mí me acusaron de un delito doloso y de un accionar directo sobre la muerte de este muchacho. Yo no tenía idea de quién era, no sabía de la existencia de Alós, no tenía ni idea de lo que estaba haciendo la gente de ADN.

Recién arrancaba el narcoescándalo…
Sí, había comenzado en el programa ADN que hacía ese pseudoperiodista Tomás Mendez; que luego fue concejal de la ciudad de Córdoba viviendo en Santa Ana. Es increíble como se engaña a la gente.

¿Por qué cree usted que los cañones apuntaron al fiscal?
Es una pregunta que yo no voy a contestar, se la tiene que contestar la ciudadanía. ¿Porqué tuvo tanta repercusión? ¿Porqué en el famoso narcoescándalo que investigaba ADN sale un tipo como testigo oculto que después se fugó y que nadie quiso encontrar? Ese hombre declaró en ADN y después armaron el famoso narcoescándalo, y lo llevaron al doctor Senestrari. Senestrari compra el narcoescándalo y empiezan con la publicidad. Ocurre la muerte de este muchacho, algo grave porque justamente los psicólogos dicen que se habría quitado la vida por la presión que le hizo Mendez con el circo montado en ADN. Luego, comenzaron a traer todos los medios nacionales para que relataran el minuto a minuto del narcoescándalo. Trajeron peritos de Buenos Aires carísimos y mediáticos. Pagaron avión, hoteles, pagaron fortunas. ¿Almas caritativas donaron el dinero o se trató de fondos de estado nacional? Mintieron, mintieron, mintieron, no hicieron otra cosa que mentir porque el suicidio fue probado varias veces.

¿Cuestión política entonces?
Sin duda que fue política, estábamos en un año muy importante; y este caso lo usaron para eso. Servicios Especiales, quien manejó la investigación federal, estuvo maltratando a algunos testigos (de la zona de Falda del Carmen) para que dijeran cosas que no eran. Querían que afirmaran que habían escuchado el helicóptero, que el helicóptero había bajado, todo esa historia fantástica. Luego, llevaron al programa un testigo falso que declaró todo lo que querían que los supuestos testigos de nuestra zona dijeran y no pudieron. A ese hombre se le pagó algo de 8 mil pesos, y eso también fue comprobado. Eso sí que es un delito, y un delito gravísimo.

¿La viuda también fue una víctima?
La víctima fue el pobre Alós, que por una presión que hicieron desde ADN se quitó la vida. Esta señora, es la esposa de una víctima. Yo le he tenido mucho respeto hasta que salió e hizo pública la estafa que le hicieron a la provincia de Córdoba, que es de muchísimo dinero.

¿En qué consiste la estafa?

La señora denunció que la habían amenazado de forma anónima, entonces el abogado, el doctor Nayi, pide que le pongan una custodia. La custodia son tres policías por día, con bonificaciones especiales que se les paga porque tienen que estar todo el día. Fue una fortuna que pagaron todos los cordobeses por una mentira, porque después resulta que se comprobó que la llamada salió del teléfono de la misma casa de la viuda.

¿Recibió amenazas?
Sí, tanto yo como mi esposa, mis hijos y mis nietos. Por suerte, ya pasó. No se lo deseo a nadie. Gracias a Dios hay una justicia que es la justicia divina, y ésa llega llega tarde o temprano.

¿Se va de la Justicia usted?
Ya tengo la edad para jubilarme. Todavía no lo he decidido.

¿Va a hacer alguna presentación judicial en contra del fiscal Senestrari y el concejal Tomás Méndez?
Hay mucha gente que quiere trabajar y ayudarme en ésto. Vamos a ver cómo lo hacemos. No afirmo ni niego, pero sé que tengo todo documentado. Tengo todas las filmaciones, todas las grabaciones y tengo todas las cosas que se dijeron y que fueron demostradas como falsas.

¿Qué pasó con Alós?
La Justicia provincial fue clara: se suicidó. Pero ahora lo tiene la Justicia federal. Que dictamine qué pasó. ¿Tiene miedo de dictaminar? Van a tener que ponerse los pantalones y decir qué pasó. Si fue un homicidio, que digan quién fue.

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