Pasó una nueva feria judicial por lo que los distintos juzgados y tribunales de la Provincia vuelven a activarse. Con esto, también se avanza, o eso se estima, en algunos hechos que han causado conmoción a nivel social, y que esperan por ser resueltos.
«Justicia por Teo»
El pasado 9 de enero se cumplió un año de la muerte del pequeño Teo Rodriguez de Anisacate. Hecho que, según entendió la Justicia local, se dio en el marco de una «negligencia» por parte de la encargada y la maestra de la guardería Recrearte, lugar donde el niño de apenas 1 años estaba junto a otros niños y su hermano.
Teo se ahogó en una pileta pelopincho que ni siquiera estaba autorizada en el lugar; el cual, a los pocos días fue clausurado por la Justicia, quienes además imputaron a Maria Ines García Conde (encargada) y Mariel Sabich (maestra), de «Homicidio Culposo Agravado», carátula que preveía lo que ocurre hasta el momento, que las imputadas aguarden juicio en libertad.
En diciembre último, el fiscal Diego Fernández elevó el a juicio la causa. No obstante, luego se conoció que la situación esta lejos de llegar a instancia resolutoria aun, debido a que las imputadas enviaron un recurso de casación contra la decisión de Fernández de pasar a cámara el caso y ahora está en la Cámara de acusación. Otra traba para una familia que sigue esperando que se haga Justicia.
Martina: Los enemigos menos pensados
Lo que pasó con Martina también se trató de una tragedia como la del Teo. Así mismo, este caso causó aun más bronca e indignación debido a que los acusados de darle muerte a la pequeña de 6 meses, eran sus propios padres. La niña fue traida desde Anisacate al Hospital Illia, la mañana del sábado 10 de Marzo, con graves traumatismos que la mantenían inconsciente. Luego de examinarla, los médicos corroboraron que tenía hundimiento de cráneo, hematomas en distintas partes del cuerpo y, también hemorragias. Inmediatamente, fue derivada al Hospital de Niños de Córdoba Capital pero, en esta instancia, la pequeña ya se encontraba con muerte cerebral y su estado era irreversible, lo que causó que al dia siguiente, minutos antes de las 20, falleciera.
Los jovenes progenitores, fueron imputados de «Homicidio Agravado por el Vínculo». Acusación que fue reafirmada una vez que se supo que Martina había fallecido por un fuerte golpe en su cabeza. Sin embargo, lo que resultaba aun mas grave, era que los profesionales de la salud reportaron que la niña tenía lesiones que databan de tiempo atrás.
Más allá que ambos padres deben responder ante la misma calificación legal, la Justicia local entendió que en la escena, uno “actuó”, el otro “omitió” pero que el acto no podría haberse dado sin la colaboración, ya sea pasiva o activa, de un segundo.
En diciembre último el caso fue elevado a juicio y aun no hay fecha de inicio.
La roció con nafta y la prendió fuego
Otro de los casos de Violencia de Género que estremeció, fue el que tuvo como víctima a Lorena Romero, una vecina de Villa Los Aromos en octubre de 2018, Su pareja y hoy detenido por el hecho, la interceptó cunado ella regresaba de trabajar, la golpeó y la prendió fuego. A los pocos minutos fue detenido.
La mujer se salvó de milagro. Estuvo internada en el Instituto del Quemado durante varias semanas con un 15% de su cuerpo quemado y afecciones en lasa vias respiratorias. Con el tiempo, se fue recuperando pero sin duda, su vida no volvió a ser la misma. El caso fue tema de debate además porque la familia de la mujer aseguró que en varias oportunidades habían intentado denunciar a Luis Luque, quien al igual que Lorena trabajaba en la Comuna vecina, pero nunca le tomaban la denuncia.
Desde marzo último, la causa que tiene al hombre imputado por «Homicidio Calificado por Violencia de género en grado de tentativa, Prohibición Ilegitima de la Libertad y Desobediencia a la Orden Judicial”, espera ser resulta en un tribunal oral.
Preso por «Femicidio Vinculado»
Se trata del homicidio ocurrido en la localidad de La Serranita, más precisamente en la Estancia La Praviana, Ruta 5 al Km. 48 en agosto de 2018.
Juan Carlos Giménez de 47 años, había ingresado a la vivienda de su ex mujer, María Cristina Albornoz de 35 años y tras mantener una discusión con Juan Carlos Festa, actual pareja de ésta, le propinó varios golpes en la cabeza con un caño de metal provocándo el deceso inmediato del sexagenario.
Luego de un llamado telefónico, la Policía se acercó al lugar y procedió a la detención de Giménez quien se encontraba aún en las inmediaciones de la escena del delito.
Tras las pericias, se confirmó que el hombre entendía perfectamente sus actos y que el «despecho» lo habría llevado a cometer el crimen. Incluso, éste tenia una prohibición de acercamiento que claramente no cumplió.
El pasado 7 de mayo, la Justicia elevó a juicio la causa que lo tiene acusado de lo que podría interpretarse como un «femicidio vinculado» (le dio muerte al hombre para dañar y/u herir a su ex mujer). Esto, significa que si bien no se trata directamente de un femicidio porque no fue la mujer quien resulto siendo victima, el fiscal entendió que el agravante claro de la cuestión no era otra cosa que la violencia de género. Esto, agravó la situación del detenido quien espera juicio en la cárcel de Bouwer.
Mató a su padrastro
Era un chico inofensivo, jamás hubiese pensado que pudiera hacer algo así”. “Fabian era una buena persona, no se merece que lo tilden de violento”, “Eran una familia muy unida, siempre estaban juntos”. Estos, fueron algunos de los comentarios de personas que conocían a los protagonistas de la tragedia ocurrida en diciembre de 2018 en Barrio Poluyan; cuando un joven asesinó a su padrastro de un disparo en la cabeza.
El chico de 20 años, , se presentó en la comisaría y llevaba consigo una mochila. Insistentemente pidió hablar con el comisario y ni bien fue atendido dijo: “me vengo a entregar, hace un rato maté a mi padrastro con esta arma” y, sacó de la mochila un revolver.
Inmediatamente, la Policía fue a corroborar lo que el joven decía y, efectivamente, se encontraron con la impactante escena. El hombre, estaba muerto con un disparo en la cabeza. Si bien oficialmente no se confirmó como fue el hallazgo, se supo que el hombre estaba recostado en la cama y que, aparentemente, lo asesinaron mientras dormía.
Cercanos, describieron al homicida como un «buen chico», introvertido, callado y que «sufría bullyng» y a la víctima como «una excelente persona. Un gordito bonachón». Nadie podía entender lo que había pasado, pero, al parecer, el joven declaró haber sido victima tanto él como su madre, de constantes actos de violencia física y verbal de parte de su padre de crianza, lo que podría haber sido el desencadenante de la tragedia.
Este es, podemos decir una de los casos que más demorará aun en ser resuelto ya que la causa no fue ni siquiera elevad a ajuicio. Esto, sería a causa de una serie de pericias que le fueron repetidas al imputado.
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