El próximo miércoles 23 de febrero, se llevará a cabo el evento de reinauguración del espacio, que ya no funcionará como horno de cal sino como parte del circuito turístico e histórico de la ciudad.
Actuarán artistas locales, con el marco imponente de los hornos, si bien el escenario estará ubicado a un costado de los mismos. Y el invitado especial será uno de los íconos del cuarteto melódico: Fernando Bladys.
Según explicó Pablo Ortíz, Secretario de Servicios Públicos, se está finalizando con la limpieza y la iluminación baja y alta de los hornos. Además se está terminando con la parquización de la plaza, se están disponiendo cestos de basura y bancos de madera. También se terminó con la calle Catamarca, arreglo de veredas e iluminación. La próxima semana se instalarán los kits de juegos y deportivos.
Ya se finalizó con el cambio de la iluminación a la LED del Anillo Sur, que incluye el ingreso por Ruta S-523, calle Cervantes, Reynaldo Luppi, Catamarca y Liniers hasta Plaza Mitre.
La puesta en valor incluye el arreglo de veredas, la construcción de una plaza donde la vía confluye con el Camino a La Paisanita y la disposición de bancos y cestos de basura.
Dentro de los Hornos se encuentran trabajando, desde hace meses, unos treinta empleados municipales que han retirado grandes cantidades de basura de los túneles que lo conforman. Se iluminó el edificio poniéndolo en valor y formaría parte, más adelante, de los trayectos turísticos de la ciudad. Las tareas iban a estar finalizadas a fines de octubre del 2021, sin embargo se inaugurarán a fines de febrero del 2022.
Espacio recuperado
En el año 2014, los antiguos hornos fueron noticia debido a que se habían convertido en un espacio donde convergían malvivientes antes y después de cometer hechos delictivos. Los mismos utilizaban la zona baja-pasadizos y túneles-.
Declaración de Interés Municipal
El 16 de diciembre de 2004, los viejos hornos de cal de calle Catamarca y Cervantes de Villa Oviedo, fueron declarados de Interés Municipal debido a la historia que se guarda en ellos, a través de la ordenanza n° 7146: “Resulta prioritario preservar un testimonio de lo que constituyó una parte importante en el desarrollo productivo de la ciudad en los finales del siglo XIX y parte del siglo XX”, rezan los considerandos de dicha ordenanza. Cabe señalar además, que una etapa importante del crecimiento de la ciudad, se dio en parte a la magnitud adquirida por la minería y sus actividades paralelas.
Un poco de historia
Los hornos datan con anterioridad al año 1900. La piedra caliza luego de ser extraída de las canteras era trasladada al horno y luego de ser quemada se la transportaba mediante carros. La cercanía de la gran cantera de aprovisionamiento del Ferrocarril Central Argentino llevó el sistema de trasnporte hacia la zona de los hornos en el año 1911, permitiendo la salida de grandes volúmenes de cal, mica y berilio hacia todo el país desde el mismo lugar de su producción. Sergio de la Fuente, hijo de Gabriel “el pibe” y nieto de “Don Gerardo”, quienes trabajaban en el lugar, tiene aún algunos borrosos recuerdos sobre el funcionamiento de los hornos y del trabajo desempeñado por su familia. “Algunas imágenes quedan todavía en la memoria. Es una pena ver el lugar de esta manera, porque constituyó una importante porción de la historia de Alta Gracia”, señala De la Fuente y agrega que los últimos en trabajar en el lugar fueron los dueños de Pinturas Cremar, que apagaron la luz a finales de los años 80.