Los 15 de julio no son un día más para los habitantes de Falda del Carmen. Es que en esa fecha, durante muchos años festejaron, junto a él, el cumpleaños del Reverendo Padre Domingo Viera.
Era una costumbre instalada que que el sacerdote fuera llevado hasta el campo de algún vecino para ser homenajeado por su cumpleaños. El festejo por el Cura, pasó casi a estar en el calendario de los vecinos como una fecha a respetar a rajatabla.
Domingo Viera hubiera cumplido años el sábado pasado, justo un día antes de celebrarse las Fiestas Patronales por Nuestra Señora del Carmen, patrona del lugar. Y los vecinos no podían dejar pasar por alto la fecha ni la oportunidad para celebrarlo como al Padre le hubiera gustado, con una sonrisa, con un aplauso y fundamentalmente, con la unión de todos en torno a un altar. Y así fue. En el marco de la misa del sábado por la tarde, se llevó a cabo el homenaje al religioso que tanto dio por sus fieles. Allí estuvieron sus amigos, sus conocidos, aquellas personas que lo acompañaron en vida y lo ayudaron a realizar su tarea evangélica en la zona e incluso en lugares inhóspitos. Porque si algo caracterizó al Padre fue su capacidad para hacerse de amigos. De puro campechano que fue, siempre estuvo dispuesto a compartir una mesa, una charla, un partido de truco, una ginebrita o un fernet.
El homenaje
“Si me permiten, me voy a salir del libreto un rato”, dijo el Padre Leandro luego de la Eucaristía, y cuando ya casi terminaba el oficio religioso. Y a continuación, comenzó a preguntar quiénes de los presentes habían conocido a Domingo Viera. Las manos se levantaron, las voces se hicieron oir, y el Padre Viera volvió a estar presente junto a “su” gente nuevamente.
Pero no todo terminaría allí. “Acá hay gente que les tiene preparada una sorpresa”, dijo el Padre Leandro. Y entonces, una pantalla gigante se desplegó en el altar, de cara a los feligreses. Y comenzó a proyectarse una película que mostraba al Padre Viera dando misa y dando la bendición en la inmensidad de las Altas Cumbres, cuando fue llevado por sus amigos Torillo y Rossi para dar misa en aquellos pagos.
Y fue entonces cuando sucedió algo casi mágico: cuando las imágenes motraron a Domingo Viera dando la bendición, la gente presente en la Capilla la recibió y la respondió como si el cura hubiera estado allí, en el altar. Presente. Como si la voz del Padre fuera más que una voz en una filmación y todavía se escuchara entre aquellas paredes.
La filmación terminó. Desde los concurrentes surgió casi espontáneo el canto del Feliz Cumpleaños, y no hubo uno que no lo cantara. Como durante tantos años, el Padre Domingo Viera estuvo presente junto a “su” pueblo.
Los testimonios
Entre los presentes en la misa del sábado, muchos tuvieron en su momento una relación de amistad profunda con el Padre Domingo Viera. Como por ejemplo Pedro García, que dijo: “Recordar a Domingo Viera es recordar a una persona fantástica, que supo ser sacerdote sin olvidar que era un ser humano como los demás. Su obra fue monumental en la ciudad, en el campo y en la sierra. Ojalá las nuevas generaciones puedan conocer y valorar todo lo que hizo en la zona durante casi cincuenta años”.
Pancho Torillo, por otra parte, no se quedó atrás en el recuerdo: “Con Domingo vivimos cosas increíbles. Tenía una bondad y una fuerza enormes para llevar adelante su tarea sacerdotal. Pero además era un cura que hablaba el idioma de la gente, que amaba a su pueblo y que nunca los hizo a un lado”.
Por supuesto, comenzaron a aparecer historias y anécdotas del Padre Viera. No podía ser de otra manera, tratándose de semejante personaje que durante décadas fue la cara visible de la Iglesia Católica por estas tierras.
Se viene la estatua
Si bien junto al atrio de la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen existe ya una estatua que lo muestra a Domingo Viera sobre su mula, con su clásica gorra, trascendió que se está preparando un gran homenaje al religioso y que próximamente se inauguraría una estatua de Viera que en principio sería colocada en la rotonda de Falda del Carmen.
La escultura fue encargada a Patricio Garbi, uno de los más importantes artistas de nuestra ciudad, y que además siempre ha estado cerca de las agrupaciones gauchas de la zona. No hay fecha aún para el evento, Garbi sigue trabajando en su obra, pero sería en los próximos meses cuando se lleve a cabo el acto en homenaje al “Cura Gaucho” que tuvo esta ciudad y este Valle.