Un 3 de noviembre de 1995, en la ciudad cordobesa de Río Tercero explota la Fábrica Militar. Las detonaciones causan siete muertos, cientos de heridos y cuantiosos daños materiales. El presidente Carlos Menem declaró que se trató de un accidente. La Justicia probará la intencionalidad del siniestro y que el móvil fue ocultar el faltante de armas que se había contrabandeado a Croacia y Ecuador, en guerra contra Serbia y Perú, respectivamente. Cuatro militares fueron condenados en 2014 a penas de entre 13 y 10 años, según rezan las efemérides publicadas por Página 12.
Dos semanas atrás, la Diputada Nacional, Gabriela Brouwer de Koning, presentó el Proyecto de Ley que instituye el día 3 de noviembre como “Día de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas del Atentado contra la Fábrica Militar Río Tercero”.
Este proyecto se enmarca en una serie de acciones que la Diputada Nacional por Córdoba viene llevando a cabo, en pos de conseguir la tan mentada reparación histórica para Río Tercero. A las diversas reuniones y solicitudes para el cobro de las indemnizaciones, al proyecto para la Universidad de Río Tercero y al que instituye el 3 de noviembre como día de la memoria, se sumó una “Jornada de Reflexión y Memoria por el Atentado a Fábrica Militar de Río Tercero”, organizada por la Diputada Brouwer de Koning, en conjunto con el Intendente Marcos Ferrer y todo el equipo de la Municipalidad de Río Tercero. La misma tuvo lugar el lunes 31 de octubre en el Anexo A de la Cámara de Diputados de la Nación.
Se espera que el proyecto sea aprobado antes de la última sesión del año.
“Este día, debe servirnos a todos los argentinos para luchar por un país con más memoria, verdad y justicia. Por un país en el que la corrupción y la desidia de quienes lo conducen, sean del signo político que sean, no cuente más como moneda corriente. Esto no fue una voladura ni una explosión, fue un atentado perpetrado por el Estado Nacional contra su población” remarcó la diputada radical.
Las víctimas fatales directas fueron siete vecinas y vecinos. Pero también se especula que hubo decenas de víctimas fatales indirectas, considerando el estrés que sufrieron muchas personas que padecían enfermedades preexistentes. Al respecto, Brouwer de Koning expresó: “No fue sólo un momento, ni tan solo ese día, fue mucho más, las heridas y secuelas siguen hasta hoy. Por eso queremos extender esta invitación a todos los argentinos y las argentinas. Invitamos a todos los que nos quieran acompañar en una jornada que traspasa generaciones y banderías, sin distinción”.