Esta madrugada, personal de Seguridad Ciudadana intervino en una fiesta clandestina llevada a cabo en una vivienda de Cjal Caglianone. La cual, se había anticipado en las redes como «la fiesta más grande de la ciudad». En realidad, «una clande» cuyos tickets de entrada se distribuyeron más rápido que los de Colectividades.
El evento fue exitoso, más allá de que todo acabó más temprano de lo esperado por el arribo de los inspectores municipales, quienes lo clausuraron por falta de habilitación y permisos. Cientos de jóvenes, música alta y vehículos estacionados por doquier dieron la nota una vez más dejando claro que, a pesar de la habilitación de boliches y demás locales nocturnos, las fiestas clandestinas «o caseras» como también se las conoce, siguen siendo la opción por excelencia del público adolescente.
¿Llegaron para quedarse?.
Comentarios: