Según registros proporcionados por Defensa Civil, la lluvia caída en la ciudad rondó los 100 mm durante los días que duró el temporal, que se advierte, abandonaría esta zona del país este viernes. A pesar de que solo durante la noche del miércoles la tormenta fue fuerte y trajo como consecuencia problemas en las comunicaciones, desagües cubiertos de basura, y pozos negros hundidos; las dificultades comenzaron a asomar desde días atrás. Los sectores más afectados fueron barrio Parque del Virrey, Parque San Juan, Córdoba, Villa Oviedo, Villa Camiares y La Perla. En el Valle, en tanto, los problemas fueron similares y se sumó el corte de algunos vados y puentes por la creciente del río Anisacate y San José que llegó a 2 metros este miércoles.
“Estamos listos para poner a Alta Gracia de nuevo en movimiento”
Así lo afirmó el Secretario de Gobierno, Marcos Torres, quien advirtió que ya hay cuatro máquinas listas y 0.80 preparado para reparar las calles más afectadas tras el temporal: “Vamos a esperar que seque un poco y en ese momento salimos a la calle de nuevo pero esta vez para dejar los caminos en condiciones. No hubo grandes problemas, solo los lógicos tras más de 10 días de lluvia constante. Se trabajó constantemente, no solo los empleados municipales, sino también los Secretarios de cada área y Defensa Civil”, señaló.
Este jueves a primera hora los trabajadores municipales retiraron la basura de los desagües y acompañó a Defensa Civil y a Desarrollo Social en la asistencia de dos familias -de Villa Camiares y Parque del Virrey- a las que se les hundió el pozo negro de sus casas, pero no debieron ser evacuados. “No podemos hacer nada con esta lluvia, pero si podemos dejar todo listo, como ya está, para que apenas asome el sol nos pongamos al frente de la recuperación de las zonas afectadas”, agregó el funcionario.
Tres escuelas debieron suspender las clases y la mayoría admitió necesitar “arreglos” edilicios
Las constantes lluvias dejaron al descubierto la falta de mantenimiento de algunas instituciones educativas, algunas de ellas no pudieron continuar con el ritmo habitual de actividades. Tal es el caso del Jardín de Infantes Merceditas, el Ipet 132 Paravachasca y, en una situación más grave, la escuela primaria Víctor Mercante.
Los directivos aprovecharon las redes sociales para advertir sobre la problemática e informar a los alumnos acerca del dictado de clases. Por su parte, El “Merceditas” sufrió la filtración de un techo y las autoridades de esa institución, a modo de prevención, decidieron suspender las clases durante la jornada del martes. De igual manera, en el secundario de Barrio Sabattini, la penetración del agua en algunas paredes, ponía en riesgo de electrificación a la comunidad educativa. Razón por la cual, su directora Mariana López anunció la interrupción de las actividades del miércoles y jueves. En Cosme, se suspendió el dictado de clases y en Dique Chico mudaron la escuela a la comuna.
El Mercante: “La gota que rebalsa el techo”
Sin duda quien continúa llevándose la peor parte en esta historia es la histórica Víctor Mercante. Una vez más, la escuela tuvo serios inconvenientes con los techos y además, como si fuera poco, en esta oportunidad una docente recibió una descarga eléctrica.
La situación del Mercante no es actual. Se trata de problemas viejos que se vienen arrastrando. En octubre de 2012 las clases estuvieron suspendidas por casi dos semanas debido al mal tiempo y el estado de los techos. En aquel entonces, las autoridades educativas admitieron que los reclamos se venían realizando desde hacía ocho meses atrás y que sabían que el colapso era inminente pero que desde el Municipio “nunca nadie vino”.
Lo que después sucedió fue que el Ministerio de Educación se comprometió a hacer un relevamiento edilicio para así determinar cuáles eran las urgencias y ver que significaba más factible para que los chicos no continuaran perdiendo días de clases. Acto seguido, sólo se hizo un cambio de membranas en el techo.
Un año más tarde y con la presencia del Ministro Walter Grahovac en la institución, una luz de esperanza parecía asomarse a la solución. No se trataba de cambiar de espacio, tal y como lo pedían los padres, sino de hacer una ampliación del mismo, expropiando la vivienda vecina con el apoyo del Municipio local. Algo que hoy continúa siendo lejano. Recién en el 2014, en el marco del plan provincial “Fondo para la descentralización del mantenimiento de Edificios Escolares Provinciales” (FODEMEEP), se logró hacer un trabajo más profundo, refaccionando el techo de las aulas, cambiándose por completa la instalación eléctrica y pintando. Pero todo dentro del mismo edificio.
Así mismo, es preciso destacar que a la fecha y con las clases suspendidas, hay también obras en lo que será la sede del jardín de infantes y ampliación del edificio que se encuentran paralizadas por la lluvia. Obras que son desarrolladas por arquitectura de la Provincia, con el fin de dar solución definitiva a este grave problema.
Demandas y soluciones
En la escuela Comandante Espora se está realizando el recambio de toda la instalación eléctrica por parte del municipio local. Además, la Provincia se hizo cargo de lo que será a futuro la nueva sede de inspección zonal de Jardín de Infantes y Primaria. Obra que está en su etapa inicial.
Por otro lado, desde la escuela José María Paz su vicedirectora, Adriana Montenegro, manifestó que el año pasado y gracias al mencionado Plan FONADEEP, la institución obtuvo soluciones a los constantes problemas de humedad, por lo que el temporal no resultó un problema.
En plena obra están en la escuela República Italiana, donde entre Municipio y Provincia han tomado la posta y se está terminando con el techado del patio. A futuro, se prevé ampliar parte del edificio.
En lista de espera
De este lado se encuentra la Escuela Julio Barrientos de Barrio Parque Virrey, desde donde admitieron estar necesitando “varios arreglos” que hoy por hoy no generan graves inconvenientes pero que si preocupan a futuro. En la misma situación está la Presidente Yrigoyen,
que tiene realizado desde hace algún tiempo un pedido de mejoras edilicias y algunos “rincones que se llueven”, según decía su vicedirectora, quien reconocía además que los percances eran menores porque se trata de un edificio relativamente nuevo. Desde el Cura Eleodoro Fierro también admitieron que la escuela tiene “varios detalles”.
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