Este mediodía, algunos comerciantes que trabajan en el edificio de la terminal de ómnibus de la ciudad, mostraron su malestar a través de imágenes que evidenciaban cómo quedaban los distintos espacios de la terminal por dentro, cada vez que llovía: lleno de baldes para evitar que se inunde.
Lo cierto es que no es una problemática reciente, sino que se trata de una queja que data de largo tiempo pero que claro, se reanuda cada vez que llueve. El enojo de los comerciantes tiene que ver, además, con que aseguran, en el alquiler habitual, se les cobra un plus que correspondería a la «manutención edilicia», algo que está a la vista, no tienen.
La palabra del Municipio
Al respecto, RESUMEN dialogó con Edgar Perez, Secretario de Infraestructura del Municipio, quién reconoció esta realidad que los comerciantes cronican, pero a su vez, aclaró que es una problemática consecuencia de algo que fue » mal hecho».
«Nosotros compramos todo y empezamos con las reparaciones pero la lluvia nos paró. Tuvimos el mismo problema en mayo y junio y lo arreglamos y ahora se volvió a romper. Sucede que es un problema serio estructural. Nosotros estamos arreglando sistemáticamente pero el techo está mal construido desde sus inicios», argumentó Pérez.
De esta manera, el secretario de infraestructura explicó el por qué de una situación que les pasa » cada dos por tres» y que por el momento sólo pueden solucionar con arreglos temporarios. «Lo que hacemos siempre son arreglos paliativos porque colocamos una membrana y con el tiempo se reseca, entonces vuelve a gotear y así estamos. Pasa que son vigas muy largas las que están en el techo, que tienen la junta muy ancha, se le inyecta poliuretano y se lo tapa con pintura pero con el tiempo vuelve a filtrar porque el problema es estructural. Y, hacer la cubierta nueva o colocar chapas es muy caro», fundamentó Pérez.
Además, remarcó que en los próximos días retomarán las tareas de reparación, ni bien se los permita la lluvia.
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