
Mucho color, baile, rostros pintados, bandera y baile. Ese fue el marco que le dieron las agrupaciones de murgueros a la calle Belgrano en dirección a la plaza principal de la ciudad: «Este es un momento de inclusión para que los chicos puedan expresarse y bailar», comentó la directora del evento.
Se calcula que participaron 350 chicos, superando la marca del año pasado. Al finalizar los chicos plantaron un árbol en el Tajamar, como símbolo de esperanza.
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