El crecimiento demográfico en Alta Gracia es evidente y, como consecuencia de ello, son cada vez más los espacios que requieren de un cambio de infraestructura que atienda y comprenda a estas nuevas dimensiones. En ese marco, lo que año a año sucede en las escuelas públicas de la ciudad, se torna un verdadero dolor de cabeza para padres, docentes y directivos quienes en muchos casos hacen malabares para ubicar y asegurarle un lugar a un niño en alguna institución.
Ante esto, y luego de que el Intendente Marcos Torres incluyera entre sus propósitos de gestión el de la creación de nuevas escuelas en la región, RESUMEN dialogó con los diferentes actores involucrados y confirmó, entre otras cosas, que a pocos días de iniciado el ciclo lectivo 2020, unos 30 niños esperan por un banco en los distintos Jardines de Infantes la ciudad.
“Alta Gracia ha crecido mucho y como cada año nos falta capacidad para salas de tres años. Es importante aclarar que las que son obligatorias son las de 4 y la de 5 y; respecto a la de cuatro, año a año nos sobrepasa la demanda. Entonces, a medida que se puede se le solicita al Ministerio el otorgamiento de una nueva maestra, pero siempre y cuando se cuente con un edificio. Este año tenemos también a niños de sala de cinco en lista de espera, algo que no nos había pasado y eso demuestra el crecimiento“, expresó Lucía Flores, inspectora del nivel inicial del departamento Santa María.
Las primarias tienen sus propios problemas
Si bien en el caso de las escuelas primarias, la inspectora de zona Cecilia Forza aseguró que no hay alumnos en lista de espera, los problemas que muchas de ellas padecen no son una novedad y tienen que ver con ese agotamiento y desgaste edilicio, el cual deviene nada más y nada menos que de esa superpoblación estudiantil.
Como ejemplo, se puede mencionar al Colegio Manuel Solares o al Victor Mercante. Instituciones que funcionan en viejas casonas que fueron adaptadas como escuelas y que, a pesar de las tareas parciales que se les pueda realizar, presentan un problema estructural base cuya unica manera de solucionarlo es sólo cambiando de edificio. Algo por lo que viene peregrinando la comunidad del Mercante a pesar de contar con un terreno designado para dicha construccion.
Similar es la situación de la escuela José María Paz, la cual ha quedado “encerrada” como muchas tantas en un sitio que no se puede ampliar, por lo que al igual que las otras la unica solución sería el traslado.
Es preciso dividir las responsabilidades
Por su parte, Rodrigo Martinez, actual director de Políticas Educativas del Municipio, reconociendo también la necesidad de que Alta Gracia brinde un mayor y mejor servicio educativo acorde al crecimiento poblacional, afirmó que las tareas de mejora y mantenimiento que desde la Municipalidad se le hizo a las escuelas, ha sido “permanente” y que son unas pocas las que en este arranque de clases han tenido problemas.
“Alta Gracia es una de las ciudades que más ordenada tiene las rendiciones de cuentas respecto a lo que se gasta con el Fonadep, que es un fondo provincial que se le envía a los municipios para el arreglo de las escuelas; asi que eso es algo fundamental y , los trabajos que se hicieron han sido permanentes. Todas las escuelas han comenzado de manera normal las clases y sin mayores complicaciones”, dijo el funcionario.
Por otro lado, se sabe que hay cuestiones que dependen pura y exclusivamente de la Provincia, como es el caso de la construcción de nuevas aulas y hasta de nuevas escuelas. Eso, Martínez también lo deja en claro: “Hay responsabilidades que son de la Provincia como es el Programa Aurora por ejemplo. La gestión la realizan directamente los directivos de las escuelas, el Municipio no oficia de nexo como en el Fonadep. Entonces muchas obras dependen de la economía a nivel macro y quedan ligadas a ello”.
Sabattini, el más complicado
En el 2019, el Jardín Cura Eleodoro Fierro sufrió un parate de obra que al día de hoy, parece ser, que afecta a las tareas de mantenimiento del patio. Como consecuencia de ello, los niños iniciaron en un espacio mucho más reducido para evitar que puedan tener algun tipo de accidente en los cimientos que quedaron en el lugar. “Es una escuela con mucha demanda y mucha matrícula y hace un año que el sector esta abandonado, a la espera de que otra empresa se haga cargo de la obra”, explicó Lucía Flores.
Rodrigo Martínez, por su parte, remarcó: “lo que pasó en ese lugar fue una cuestión de costos. Comenzó a principios de 2019 cuando inició el tema de la inflación y los precios de la construcción se dispararon. La empresa que estaba a cargo desertó y ahora se tiene que rearmar el presupuesto para que se pueda concretar. El problema fundamental tiene que ver con el marco económico genera, que el presupuesto original no cubría el gasto que tenía la empresa. De todos modos, es responsabilidad de la Provincia”.
Yuyos altos y hasta agua servida frente al secundario
En el caso del Ipet de ese mismo barrio, el 132 Paravachasca, la cara de la escuela no habla de un problema estructural sino más bien de una clara “desatención” al mantenimiento en general. Las clases, iniciaron con yuyos altos y hasta con agua servida en la calle y, en la primera sesión del Concejo delibernate, la referente de Alta Gracia Crece, Amalia Vagni, no lo dejó pasar: “La plaza Gardel y toda la zona colindante al colegio el obraje esta en un estado calamitoso. Entiendo que por ahí los vecinos no colaboran pero hay agua servida frente al dispensario y el secundario de Sabatini. Les pido que tratemos de modificar el cronograma, achicarlo y aquellos barrios que hoy están mas necesitados en descacharrar, lo puedan tener. Es importante por la cantidad de casos de dengue que tenemos en la Provincia, 252 detectados a la fecha”, dijo.
Una matrícula que no para de crecer
Otra de las realidades del Jardín de Infantes, la Escuela Primaria y el secundario de Barrio Sabatini, es la alta demanda estudiantil.
Niños y jovenes de Valle Alegre, Portales del Sol, Villa Camiares, del mismo Sabatini y de otros barrios cercanos, acuden a esos establecimientos los cuales, como dijéramos están colapsados, con necesidad edilicia y de mantenimiento. Un ejemplo donde la desconcentración se vuelve urgencia.
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