Si hubo algo de lo que no cabía dudas desde el principio, era que quienes habían participado del robo de las luminarias LED a la Municipalidad eran personas «de adentro». De lo contrario, la factibilidad del mismo no hubiese sido posible ya que hablamos de elementos de gran porte, que incluso, y según confirmó el mismo Secretario de Servicios Públicos Ivan Poletta, estaban guardadas bajo «doble llave».
Tampoco cabe duda que la Justicia actuó de manera temprana. Hubo tres detenidos en un lapso de 15 días y las luces ya fueron recuperadas y hasta colocadas en lo que sería de un modo inicial, su lugar de destino: el Tajamar.
Así mismo, hay varias aristas aun no vislumbradas en esta investigación. Puntos que seguramente la Justicia ya tiene bajo la lupa y que claramente no son menos importantes que aquellos que llevaron a la detención de los dos empleados municipales y su cómplice.
En primer lugar, llamó poderosamente la atención, y hasta fue foco de críticas, el hecho de que el mismo gremio de los municipales «Sitramag», fuera quien pusiera un abogado defensor a disposición de uno de los acusados. Vaya paradoja! «El organismo que respalda a los trabajadores del Municipio estaba ahora protegiendo la espalda de uno de ellos, tras haber sido acusado de robarle al mismo Municipio. Es decir, «morder la mano de quien le da de comer», ¿enredado no? Y al menos ilógico.
Pero, al parecer, no se trataría de una «ayudita» gratis ni mucho menos inocente. Fuertes trascendidos aseguran que la familia Pavón mantiene una estrecha amistad con un familiar directo de dicha organización sindical. Algo que genera todo tipo de suspicacias. ¿Será?. En este caso, una mano lava la otra.
También se dice que las benditas luces fueron trasladadas a dicho Complejo en Anisacate, en un camión municipal. Algo que de confirmarse comprometeria sin duda a la familia del futbolista; quienes al momento no están en la mira del fiscal ya que habrían colaborado desde el inicio con la investigación, asegurando que habían adquirido dichas luces «de buena fe».
Y, sobre las que fueron halladas días después en un descampado de B° Córdoba. ¿Quienes las dejaron ahí?.¿Acaso fue el mismo encargado del área quien lo hizo? recordemos que este fue el último detenido del caso. ¿No sería demasiada exposición hacerlo el mismo?. En fin, nadie sabe cuanto abarcará esta ola expansiva ni cuantos caerán en la volteada, pero la sospecha no radica solo en la posibilidad (casi obvia) de que haya más implicados en el caso, sino en algo mucho más grave: que estemos hablando de una banda organizada, la cual viene operando desde hace tiempo, desde adentro y con total impunidad.
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