En el día del catequista, RESUMEN dialogó con Nancy, catequista de segundo año de comunión de la Iglesia de Fátima para conocer de que manera la pandemia afectó su actividad.
«Nos cambió en todo sentido, fue muy triste porque al ser catequesis familiar, no lo podemos hacer virtualmente, es muy complicado», señaló Nancy.
Manifestó que no tienen el mismo contacto que antes y extrañan a los niños.
«Este año los niños recibían la comunión pero todo esta suspendido por el momento,hasta que no vuelvan las clases a los colegios, no regresaremos nosotros. Es un año perdido», explicó la catequista.
Tiene contacto con los padres y niños pero asegura que no es lo mismo.
«Hace dos años que soy catequista, es un cambio muy grande que uno hace en la vida, es algo que ayuda y sana. Es una experiencia muy linda en mi vida. Ojalá que la sociedad cambie y llegue a Jesús» finalizó Nancy.
Por otro lado comentó que los niños no asisten a misa ya que los padres tienen miedo.
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