La institución educativa más antigua de la ciudad celebró su cumpleaños esta semana. Se trata de la escuela Manuel Solares, que festejó sus 158 años. La misma funciona como escuela del Estado en 1865 pero, en realidad, comenzó sus labores educativas en 1821, desde que fue creada por Manuel Solares. En conmemoración de esta fecha, RESUMEN dialogó con Silvia Guerrero directora del establecimiento. “Soy originaria de Córdoba, y vine a Alta Gracia. Cuando salió el acto público, tomé un cargo, y empecé a conocer la historia de la escuela. Lo que siempre me gustó y unió a la institución fue el hecho de su historia, y cada vez descubro más cosas. Es una escuela chica relativamente y es un ambiente muy familiar. Es ameno y enriquecedor trabajar aquí”.
En cuanto a las actividades para celebrar a la escuela, la docente explicó que las realizan en la semana del 23 de agosto, día de fallecimiento de Solares, ya que él fue el impulsor de su creación. “El año pasado se lo reconoció como un pionero de la educación en Alta Gracia y, sobre todo, pionero. El proyecto que trabajamos, lo hacemos en esa fecha. Él pensó en una escuela donde asistían los hijos de quienes trabajaban en la estancia”, expresó Silvia.
La institución cuenta con 632 alumnos, divididos en dos turnos. Al ser un edificio antiguo, tiene problemas constantes y arreglos permanentes y urgentes. “La municipalidad estaba arreglando los techos, y lo que falta es que se seque todo para poder pintar. También queremos techar el patio, ya que no tenemos un espacio grande techado, por lo tanto los días de mucho sol, o lluvia, es difícil hacer actividades fuera del aula. Hemos presentado un proyecto con la seño de Educación Física, y hace mucho lo estamos gestionando. También tenemos pensado terminarlo para poner juegos interactivos”. Con respecto al espacio y posibilidad de modificaciones edilicias y nuevas aulas, esto no es posible debido al espacio limitado del terreno, y la antigüedad de la construcción. “Cuando salió la obligatoriedad de la sala de 4, tuvimos que ceder una sala al jardín. Es complicado porque no tenemos posibilidad de extensión. Para lo mismo con la discapacidad, muchos arquitectos vinieron y es difícil la adaptación de las entradas para que todos puedan acceder”.
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