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Es inimputable y si lo medican podría convivir en sociedad

Luego de la internación del "acosador de la avenida", RESUMEN dialogó con Susana Sares, abogada entendida en materia de discapacidad a modo de evaluar cuales son las posibilidades a futuro respecto a la situación del denunciado. ¿Qué podría pasar con el?

En la tarde del lunes y contra su voluntad, “el trucha” más conocido últimamente como “el acosador de la avenida”, fue trasladado a un neuropsiquiátrico de la capital cordobesa; con el fin de que puedan tratar de una vez por todas su condición mental. Para muchos, esto resulta un verdadero alivio ya que la presencia del hombre significaba un peligro en la ciudad y no dejaba de causar preocupación.

El sujeto fue noticia el año pasado cuando a través de las redes sociales, varias mujeres le hicieron un escrache generalizado acusándolo de guarango y acosador, entre otras cosas. Todos lo podían ver en inmediaciones de la calesita y en la zona de los bancos, pidiéndole dinero a los transeúntes, por lo que rapidamente fue individualizado. Al poco tiempo, a las acusaciones iniciales se le sumo la de un intento de abuso sexual. Denuncia que cobró tinte penal por la gravedad del asunto y por la que “el trucha” fue imputado, aunque continuó en libertad.

Entre el NO delito y la discapacidad
“¿Qué esperan que suceda?”, “Si la Justicia no hace nada la haremos nosotros por mano propia”, “¿Sigue libre? una vergüenza”, “Anda como si nada y sigue acosando a las mujeres”. Estos, fueron algunos de los comentarios más livianos y reproducibles, por así decirlo, que con el correr de los días fueron apareciendo en las redes sociales. La gente quería saber por que razón, el hombre aún no estaba detenido; a lo que el fiscal Diego Fernández, quien lo imputó, argumentó que se debía a que la denuncia era sólo una y, lo demás, estaba comprendido dentro de lo que se considera acoso callejero, figura que no se encuadra como delito. “Seguramente no hay más casos de tocamiento, o sea de manoseo y, el acoso callejero por si no es delito, sino que es un hecho contravenciones que sigue otra vía y no es la penal”, había argumentado el fiscal. Lo que causó mayor indignación.

Fernández aclaró además que el hombre tenía problemas psiquiátricos de larga data pero no antecedentes por algún tipo de abuso. “Estuvo detenido por hurto y en 2017 fue declarado inimputable por su condición. También tiene varias denuncias por violencia familiar”, explicó.

La esquizofrenia no impide que conviva en Sociedad
En este marco y con la ultima novedad, RESUMEN dialogó con Susana Pares, abogada entendida en materia de discapacidad quien aclaró que a partir de esto, el destino del ahora “paciente”, es incierto y las posibilidades son muchas.
La profesional hizo hincapié en la posibilidad de que el sujeto no represente ningún tipo de peligro para terceros ni para sí mismo, si es que está medicado.

Conozco el caso pero no si el hombre tiene alguna patología. Aunque, y sin emitir prejuicio, es lo más probable debido a las acusaciones. Creo que con una denuncia es más que suficiente para que el aparato se mueva y lo ideal hubiese sido que los trabajadores sociales del Municipio se hubieran interiorizado en la situación del hombre y ver que hacer para remediarla. Aquí, se solucionó por la medida más extrema luego de la denuncia penal, pero si se actuaba antes cuando ya evidenciaban esos acosos callejeros podría haberse evitado mucho”, sentenció la letrada y agregó: “La Justicia determinó que no esta apto para circular libremente por eso se lo internó y recibirá atención psiquiátrica, pero desconozco si el hombre alguna vez estuvo medicado. En estos casos las posibilidades son dos; que presente una patología transitoria como puede ser el de un depresivo o que sea permanente, es decir alguien que tenga un diagnóstico como la esquizofrenia por ejemplo. Lo cual tampoco impide a alguien vivir en sociedad, depende el caso”, explicó Sares aludiendo a que algunos pacientes “funcionan” cuando están medicados y otros, en casos más graves, no.

Cuando hay una incapacidad, como en este caso, hablamos de una evidente inimputabilidad y, según Pares, el nuevo Código Civil establece que estas personas tengan un sistema de apoyo; ya que no pueden validar sus derechos por sí mismos.
¿Podría ir preso?, la repuesta es no. Para eso deberían comprobar que el día que éste intentó abusar de quien luego lo denunció, actuó a consciencia de sus actos. Y, para ese entonces, el fiscal Fernández ya reconocia que el hombre tenia problemas psiquiatricos “de larga data”. En fín, sépanlo, medicado el “acosador de la avenida” podría volver a las calles.

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