Altas fuentes judiciales confirmaron que el sospechoso del crimen de Silvia Maddalena fue aprehendido en la Ciudad de Córdoba. Estaba siendo intensamente buscado por toda la Provincia.
Viajaba en taxi por Sagrada Familia y Rioja, Villa Urquiza, la zona costanera de la Ciudad de Córdoba. Al ver los controles policiales se bajó y lo detuvieron.
El presunto autor
Se trata de Héctor Abel Gómez (24), quien vivía en barrio General Bustos y está imputado de “Abuso sexual con acceso carnal agravado, robo y homicidio criminis cause“. La investigación estaba muy cerca, “por lo que se sintió acorralado”. Luego, y a última hora de anoche, habría sido la esposa del fugado quien comprobó que había pertenencias de la víctima en su casa, y que tenía rasguños, y dio aviso a la Policía. El sospechado, sería oriundo de Rosario, y estaba radicado en Alta Gracia. Tanto personal de la Fiscalía como de la Policía pasaron toda la noche llevando adelante distintos operativos de búsqueda para dar con el paradero de este hombre que sería el autor del homicidio. “Hay elementos suficientes para determinar que se trata del responsable del femicidio”, señalaron las fuentes.
El fugado no tiene nada que ver con la persona a la que se le había sacado muestras de ADN.
“El fugado no tiene absolutamente nada que ver con el sospechoso”, afirmaron fuentes vinculadas a la investigación; y aclararon: “Se trata de alguien de alguien ajeno al círculo afectivo de la víctima, ese tercero del que se habló”, aseveraron.
El hecho
La macabra escena fue descubierta por su padre, quien quiso ingresar al lugar debido a que su hija no respondía el teléfono y su auto permanecía estacionado frente al consultorio donde estuvo atendiendo pacientes normalmente el viernes por la tarde. Era sábado, alrededor de las 16 hs cuando la hallaron ya sin vida y con aparentes rasgos de abuso sexual y golpes en el rostro. El lugar estaba desordenado y faltaban algunos elementos como su computadora. Nadie podía entender lo sucedido. Silvia Maddalena (una joven profesional de 37 años) había estado conectada en el Whatsapp hasta las 20 hs aproximadamente, y hay registros de que atendió a una niña que fue con su madres alrededor de las 18 hs, supuestamente su última paciente. Nada hacía suponer lo peor. La luz encendida del consultorio cuando ya se había hecho de noche tampoco llamó la atención porque solía quedarse a realizar algunos trabajos, según advirtieron allegados. Sin embargo, esa luz era la evidencia de que lo peor estaba ocurriendo adentro. Alguien, que aún no ha sido identificado, ingresó sin forzar la puerta y terminó con su vida. Allí, frente a una de las avenidas más transitadas de la ciudad, en un consultorio que da a la vereda, donde van y vienen cientos de personas, ocurrió el homicidio.
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