El inmueble, una joya del período colonial ubicado en el corazón del valle de Paravachasca, está siendo objeto de un restauro integral, que incluyó el retablo del altar mayor, bellamente decorado en oro, los altares laterales, y todo el interior del templo, además se restituyó el piso, que había sido levantado y destruido. A su vez se instaló un nuevo tendido eléctrico y un nuevo dispositivo de iluminación ornamental interior, que sutilmente realza el conjunto artístico de la parroquia.
Este trabajo llevó poco más de dos años de obra, con equipos técnicos formados por profesionales locales. Cada tramo del restauro fue sometieron a la restauración de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos.
Fuente: Prensa Agencia Córdoba Cultura