“Vamos a recortar las horas extras, debemos ser cuidadosos de los fondos; tanto en ese aspecto como en los proyectos que la gestión lleva adelante”, subrayó el año pasado el intendente Facundo Torres, luego de uno de los tantos debates que se suscitó con el sindicato en cuanto a los sueldos de la planta municipal.
La situación, sin embargo, parece haber cambiado de repente, ya que este mes, y con casi ningún antecedente al respecto, un empleado municipal cobró 42.651 pesos. Un monto apenas inferior al sueldo del viceintendente Juan Saieg que en febrero cobró $46.969, o del intendente Facundo Torres que tiene un sueldo estipulado de $52.138; y casi el 500 % más del sueldo que cobran la mayoría de los empleados del municipio.
Se podría suponer que se trata de alguien vinculado a Turismo o Cultura, ya que estamos concluyendo la temporada turística y los eventos así lo ameritan, o un inspector municipal, debido a que Colectividades o la Fiesta de la Virgen de Lourdes implicó sobrecarga horaria; sin embargo, no es así.
Según trascendió, el trabajador solicitó más personal para su área debido a que “hay mucho trabajo” pero desde la Secretaría de Recursos Humanos (a cargo del funcionario José María González) habrían denegado el pedido; por lo que su inmediato superior -el Secretario de Ambiente Gustavo Caranta- habría autorizado la sobrecarga horaria que justificó la autorización de las 60 horas extras que sumaron algo más de 21 mil pesos.
Si bien se supone que la rúbrica del responsable que autorizó ésto ampara el conocimiento total de las actividades que forzaron esa situación, la realidad indica que -al menos- genera muchas dudas.
“Festival de horas extras”
Según se conoció, hay gran descontento en el ámbito municipal por esta situación que rápidamente traspasó los muros y se conoció tanto por sus pares como por distintos funcionarios y concejales. “Se está viviendo un festival de horas extras en la Municipalidad”, se despachó un edil de UPC que dice estar “desconcertado” por lo sucedido ya que, según afirmaron fuentes oficiales, no se conocen casos similares; y además afecta, nada menos, que los fondos del Estado.
¿Falta de control?
Es importante señalar que lo sucedido se contrapone a los discursos, y abre un fuerte debate sobre la transparencia de los fondos y el control que se ejerce sobre los mismos. La duda se suscitaría además, sobre el Área de Recursos Humanos que no supo preveer una situación que evidentemente, se fue de las manos.
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