Facundo Torres pasó por los estudios de la FM 88.9 para un mano a mano sobre varios temas; entre ellos, su futuro en un año clave, la continuidad de la gestión y su visión de la oposición.
Se termina un año y, por sobre todo, arranca un 2019 clave para Ud.
Hace 11 años que en esta época sabía que el año entrante iba a estar en Alta Gracia. Quizás no siempre sabía específicamente dónde, pero sí que estaría trabajando acá. Por primera vez, me pasa que no. Desde diciembre de 2007, cuando empecé a ser Concejal, cada vez que llega esta época uno hace un balance, se sienta con los seres queridos, evalúa lo que pasó durante el año y planifica. Siempre lo hacía pensando en nuestra ciudad. Este año lo empiezo sin saber cómo lo culminaré, más allá de que lógicamente trabajaré en Alta Gracia hasta el final.
Época de balances…
Si hago un balance, miro para atrás y veo que hubo muchos cambios. No solo en mi forma y aprendizaje, enseñanza, camino y recorrido; sino también en cuanto a cansancio. Uno empieza con mucha fuerza y algunas cosas ya comienzan a agotar. Uno soluciona un problema e inmediatamente surge otro. Hace algo que está bien e inmediatamente le vienen a la cabeza cinco cosas más.
Se quejan a veces de tanta exigencia…
Lo sé. Eso es propio de mí, de querer avanzar de esa forma, sin medir el tiempo. Si hubiera ido más despacio, no hubiese conseguido avanzar tanto.
¿Aprendió a delegar en estos años?
La verdad es que tengo un equipo espectacular, tanto en lo personal como en lo político. Siempre respaldado por los amigos y la familia. Soy demasiado apasionado y obsesivo con mi trabajo, no tengo forma de contabilizar las horas que le dedico. Uno se acostumbra a eso y, si no arma un buen equipo, no puede avanzar, con dirigentes y funcionarios con quienes termino de generar una relación de confianza cercana, pero a los que les exijo muchísimo.
Una de las críticas de la oposición es la cuestión del “amiguismo”.
Milito desde hace 20 años con algunos compañeros, lógicamente somos amigos. A muchos o a la gran mayoría, los conocí durante la gestión.
¿Ningún remordimiento antes de que finalice el año?
La verdad que no, he tenido posibilidades grandes desde la política, y algunos decían: ¿cómo no te fuiste de Ministro o de Diputado Nacional? Nunca tuve un ofrecimiento directo, lo tengo que aclarar, pero sí tuve sondeos en forma constante. Y decidí quedarme a terminar la gestión.
Un costo que evaluará recién en 2019…
No, nunca. Para mí lo más importante no es dónde va a estar Facundo Torres, porque a la política no la pienso de forma tan personal. Lo que más me preocupa es que UPC conserve Alta Gracia, por todo el esfuerzo que hicimos, quiero que se continúe y haya consecuencia de este camino que hemos empezado a transitar ya hace muchos años. Lo quiero consolidar para que quien venga, siga avanzando en cuestiones que excedan a la persona, que son políticas de estado, fruto de una planificación estratégica que por ahí nos superan como dirigentes políticos. Ese es mi objetivo real. Después, en torno a mi persona, me gustaría estar en un lugar en el que le sirva a UPC, al Gobernador y donde yo sienta un desafío.
¿Hay buenos candidatos de UPC para 2019? ¿Está tranquilo?
Sí. Hay no menos de cinco o seis dirigentes muy identificados con la gestión, que tienen muy adentro cuál es el objetivo de este proyecto de gobierno.
En los medios provinciales dio dos nombres….
Son los que me preguntaron, el sucesor va a ser aquella persona que tenga más posibilidades de ganar en 2019.
La lógica del que más mide…
Sí, pero eso es también subestimar al vecino. Quien crea que dos meses antes de una elección, por caminar 24 horas y darle besos a los vecinos, estos lo empezarán a querer, está equivocado. El electorado sabe quién se esforzó, quién se preocupó y trabajó durante los últimos años. La gente no come vidrio.
Muchos piensan que se miden a través de las redes sociales…
Los dirigentes que tenemos, y te voy a nombrar específicamente a aquellos que me preguntaron, Marcos Torres y Juan Saieg, no son personas que aparecieron ahora. Son apellidos que vienen trabajando en la gestión hace muchos años.
Más allá del apellido, Marcos Torres siempre dice: “Facundo es mi socio”…
Es que Marcos me lo ha dejado claro muchísimas veces. Él arrancó conmigo en el 2000, vivíamos juntos en Nueva Córdoba y empezamos en la Juventud Peronista. Siempre fue mi socio político, es la verdad. No hay un solo funcionario que yo solo haya decidido que ingrese; en cada caso me senté primero con Marcos y le pregunté: “¿Qué te parece que elijamos a tal, para tal cosa?”. Y después lógicamente con Walter (Saieg) y con Juan (Saieg).
¿Cómo ve a Cambiemos, el principal opositor?
Mal, como dije en su momento en la reunión partidaria en SMATA. No veo mal a los dirigentes ni a sus aspiraciones políticas. Tengo mucho respeto por los dirigentes políticos de la oposición. Cuando digo mal es porque sigo viendo más codazos que propuestas de ciudad. Solo codazos para ver quién llega a ser el líder. No hay que subestimar a la gente y la oposición debería mostrar qué tipo de ciudad quiere, mostrar sus propuestas para que el vecino pueda valorar y hacer su propia crítica.
Pero han salido con proyectos e ideas, tal vez no en conjunto…
Cada uno de los dirigentes, dentro de su entorno, sabe lo que quiere para la ciudad, lo que pasa es que no se lo han exteriorizado a la sociedad. Lo único que perciben es la lucha interna para ver quién sale, también pasa a nivel provincial. Yo pienso que va a volver a ganar Unión por Córdoba en la provincia y también en Alta Gracia. A tres meses de las elecciones no te podés poner a ofrecer nada porque la gente ya no te cree que tu intención sea el bienestar o el crecimiento, porque durante tres años te vieron pegarle a tu compañero de equipo.
Asomó cabeza el ex Intendente Mario Bonfigli, ¿cómo lo ve?
En lo personal tenemos una relación muy correcta. Ha manifestado que mi gestión ha sido muy buena, a mí me enorgullece porque es alguien que conoce muy bien la ciudad. Nunca hablé de las internas judiciales que ha tenido que vivir, siempre mantuve una distancia. Yo creo que Bonfigli salió ahora para tratar de solucionar un poco todos esos problemas internos. Es necesario que se realicen consensos en vez de disensos, con todas esas postulaciones.
También apuestan a lo “nuevo”…
El peronismo tiene muchos dirigentes que no aparecieron de un día para el otro. Tengo el mayor de los respetos por Osvaldo Coloccini del PRO, pero quizás hace un año Osvaldo no sabía que quería ser Intendente y no trabajaba para serlo. No sé si va a tener tiempo para poder hablar con la gente. Distinto es el caso de Leandro Morer, Agustín Saieg, Amalia Vagni o Marisa Carrillo. Dudo que la sociedad acepte que alguien que nunca buscó, ni trabajó, ni se integró a la sociedad como un líder, pretenda hacerlo dos meses antes de una elección.
¿Está muy seguro de que UPC va a ganar?
Nosotros tenemos dos cosas muy fuertes para el año que viene: primero, una gestión con defectos y virtudes, una forma de caminar, un objetivo, saben a dónde apostamos, dónde trabajamos; y la segunda es una lista de candidatos entre los que sobresalen Juan y Marcos, por sus apellidos y por los roles que ocupan en el municipio. Y hay muchos más que vienen trabajando en el proyecto político, que son representantes y que la gente evalúa que van a continuar esta gestión. Sin dudas vamos a ganar.