
Los problemas habitacionales no sólo se reducen a la falta de acceso a la vivienda propia, sino además de ello, a la imposibilidad de cumplir con todos los requisitos que las inmobiliarias exigen para que una familia pueda tener un techo dónde vivir temporalmente.
En un relevamiento realizado por este medio a inmobiliarias, todas coinciden en destacar que se incrementó la demanda de alquileres durante este año en relación a años anteriores. Uno de los motivos es el crecimiento población y la imposibilidad del acceso al crédito para la compra de un inmueble. Además los precios aumentaron alrededor de un 30%. Una propiedad para una familia tipo, con algún patio interno o balcón y servicios básicos ronda los $4.500 – $5.000 mensuales durante el primer año de alquiler. Teniendo en cuenta que un sueldo promedio varía entre 10 y 15 mil pesos, los costos para alquilar se llevan una buena parte del mismo sin contar todos los otros gastos que una familia necesita para vivir: transporte, alimentos, vestimenta, colegio, salud etc.
Sin niños y sin mascotas
A los habituales requisitos que se exigen en los contratos de alquiler en los últimos tiempos se viene observando el de “sin niños ni mascotas”.
En el grupo de Facebook “Alquilo- Se alquila” que tiene más de 7.800 miembros, una de las quejas más recurrentes es este punto. “Alquilan casas y ponen matrimonio o un hijo. Yo tengo tres nenas y necesito alquilar. Qué tengo que hacer?, regalar dos nenas?”, se pregunta una usuaria. Si bien es cierto que los contratos son entre privados y el dueño puede poner este tipo de condicionamientos, muchas personas sienten que es un acto discriminatorio.
Ante la consulta a las inmobiliarias la respuesta fue casi unánime. “Los propietarios están cansados de los destrozos que muchas veces hacen los inquilinos cuando devuelven la propiedad. Si tuvieron mascotas, devuelven las puertas rasguñadas y no las reparan. Nadie se hace cargo de levantar la caca de sus perros cuando los sacan a pasear, mucho menos de lo que hacen en las viviendas. Es cierto que pagan justos por pecadores”, explicó uno de los corredores inmobiliarios.
Inquilinos unidos en el país
En las grandes urbes del país, los inquilinos comenzaron a organizarse a fin de exigir a los Estados un mecanismo de regulación del mercado inmobiliario ante lo que ellos consideran “abusivo”.
En noviembre del 2016 organizaciones vinculadas a la temática lograron la media sanción en el Senado Nacional de la “Ley de Alquileres” Se espera que para abril o mayo de este año se sancione definitivamente.
El proyecto de ley busca modificar el Código Civil y Comercial para otorgar mayores derechos a los inquilinos. Se busca ampliar de dos a tres años el plazo mínimo de los contratos de alquiler y que las subas sean anuales y medidas en base a la inflación. Además toca un tema urticante: el rol de las inmobiliarias y, fundamentalmente, las comisiones que cobran a las que consideran excesivas.
Los inquilinos están agrupados en distintas organizaciones. La más abarcativa es “Unión Argentina de Inquilinos”.
En Córdoba “Inquilinos Córdoba” se reúne todos los martes en la ciudad capital y también acompaña el pedido de avanzar en una ley nacional de alquileres. “El mercado inmobiliario no quiere ningún tipo de regulación, prefieren estar desregulados para poder abusar de las condiciones de los inquilinos”, aseguró Gervasio Muñoz, de Inquilinos Agrupados a iprofesional.com.
De todos modos, aclaró que la ley será un “primer paso”, y habló de otras modificaciones necesarias en un futuro: “Es un mercado en negro, no hay registro de nada, cómo y cuánto facturan, es un negocio muy turbio”. Aunque algunos intentan poner a inquilinos y propietarios como enemigos, ambos se necesitan pero también es cierto que existe una relación de poder. La desesperación de una familia que no tiene dónde vivir lleva a pagar, a cualquier precio, un techo digno. El Estado debería regular en beneficio de los que aún esperan el golpe de suerte para acceder a su propia vivienda.
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