En Alta Gracia hay una cama disponible cada 340 personas

Un caso sucedido el fin de semana pasado desnudó un sistema de salud absolutamente colapsado en la ciudad. El tema incluso llegó a ámbitos de la justicia ya que la familia del paciente, un hombre afiliado a Apross, de 90 años con diagnóstico de ACV (Accidente Cerebrovascular), realizó la correspondiente denuncia.
Puesto en alerta el servicio de emergencias, intentó trasladar al paciente hacia las dos instituciones privadas de la ciudad pero ambas, telefónicamente, le contestaron que no tenían cama, por lo cual tuvo que ser derivado al Hospital Illia, previo tener que brindar una larga explicación de por qué se derivaba allí a un paciente con obra social.
La complejidad del caso hizo que tampoco allí pudiera atenderse como lo necesitaba y debió recurrirse al Sistema de Derivación de Pacientes de la Provincia. Recién horas después, el hombre pudo ser internado en la Clínica Colombo, de Córdoba, con los riesgos que implica un cuadro de esas características.
La dura realidad
Más allá de los detalles de este caso en particular, lo grave es que no fue ni el primero ni el único en que un imaginario cartelito de “no hay más localidades” se cuelga en las clínicas locales. Son varios los afiliados de Apross que han hecho llegar sus reclamos a la delegación local. Desde la Obra Social, dicen que “el sistema de derivación está aceitado para evitar problemas. Funciona las 24 horas del día, todo el año”. “En estas épocas del año se forma un cuello de botella no solo en Alta Gracia sino en toda la Provincia”, según Diego Bollo Director de Comunicaciones de Apross.
La respuesta de los responsables de las clínicas, si bien son sinceras, no alcanzan como solución. “En este momento, en el Sanatorio estamos sobrepasados de pacientes; damos de alta a uno para ingresar a otro. Cuando llega gente del Apross o de donde sea a la guardia, si hay cama lo ingresamos; si no, lo atendemos y pedimos la derivación”, explica Raúl Gil, Director del Sanatorio Alta Gracia. En el mismo tenor, es la respuesta obtenida de Liliana Bargy, responsable de la Clínica Santa María: “Estamos saturados, como en toda Córdoba en esta época del año. No es nada en particular con Apross, ni siquiera privativo de Alta Gracia”.
Lo que hay
El Sanatorio cuenta con 54 camas, contando las de guardia y la UTI; la Clínica tiene apenas 33 y el hospital regional 73; es decir que considerando la población de Alta Gracia, hay una cama cada 340 habitantes; esta cifra aún puede variar, teniendo en cuenta que que el hospital recibe también pacientes de toda la región, no solo de esta ciudad.
Si al panorama local se le suma que en la provincia, entre el 2000 y el 2015 cerraron el 50% de las clínicas privadas, el panorama oscurece del todo. Así dadas las cosas, el hospital, termina absorbiendo la demanda que no cubre el sector privado y también se ve saturado y desbordado. Hecho este que se manifiesta en las cinco denuncias judiciales que ya acumula la Unidad Judicial, tanto de pacientes como de profesionales, en los últimos meses.
Instituciones colapsadas, camas que no aparecen y pacientes que deambulan en ambulancia hasta ser “ubicados” son realidades de casi todos los días.
Foto ilustrativa

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