El hecho puntual por el que el sujeto de 28 años está detenido en la cárcel de Bouwer, ocurrió la noche del 10 de febrero último en una vivienda de B° Norte; no obstante forma parte de varios más que se dieron en un marco de evidente violencia de género.
El imputado llegó al domicilio de su ex pareja, accediendo por la parte trasera, saltando algunas tapias y techos, ya que tenía restricción. Una vez dentro de la casa se le abalanzó y la zamarreó, para luego derribarla y en el piso, propinarle diversos golpes de puños y patadas en la cara y el cuerpo. Vencida su resistencia, el sujeto tomó un cable de alrededor de un metro de longitud y se lo enrolló en el cuello a la mujer. Su clara intención era asfixiarla por ahorcamiento. Pero gracias a que la mujer es experta en artes marciales, interpuso su antebrazo entre el cuello y el cable mientras ejercía presión y gritaba. Los efectivos ingresaron a la casa tras ser alertados por un transeúnte que pasó por el lugar y escuchó el pedido de ayuda. Lo agarraron con “las manos en la masa” y éste fue detenido.
No obstante, el hombre tenía una causa anterior por intentar golpear a un policía dentro de la misma comisaría y a otro en la vía publica cuando quiso evadir un control vehicular. Además, de denuncias de su misma ex mujer con quien había convivido durante tres meses, por amenazas reiteradas.
Recientemente, la fiscalía I elevó a juicio la causa que tiene al joven imputado por “Homicidio doblemente calificado por el vínculo y por Violencia de Género en grado de tentativa”, “Lesiones leves calificadas” “Violación de domicilio y Amenazas” y “Resistencia a la Autoridad”.
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