«Calmucos» fueron los últimos campeones del nocturno pasado del Club Anglo Viejo. El de la final fue convertido por Leandro «Liebre» Peralta.
El destino hizo que el joven perdiera su pierna en un accidente de moto camino a Anisacate en octubre pasado. Anoche, habiendo acordado con la comisión directiva, el árbitro y con el equipo contrario, sus compañeros decidieron realizarle una sorpresa más que emotiva.
Promediando el primer tiempo entre Calmucos y Colonia Barata, uno de los jugadores simuló una molestia, pidió cambio y señaló a Leandro para que entre a la cancha; quien tomado por sorpresa, rompió en llanto. A los pocos segundos, el equipo se reunió en un emotivo abrazo grupal. Entre aplausos y lágrimas, tanto Calmucos como Colonia Barata saludaron al joven.
«No me pueden hacer esto, los quiero mucho, muchas gracias», expresó Leandro «Liebre» Peralta… quien más que liebre… posee la entereza de un león.

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