
Así se expresaba el edil radical Roberto Brunengo acerca del proyecto de Ordenanza que llegó esta mañana en la mesa de entrada del recinto legislativo.
«Estoy en contra de la despenalización pero de ninguna manera el Concejo puede asumir el rol de declarar a Alta Gracia «Ciudad Pro Vida», en cuanto sería involucrar a todos los ciudadanos en un pensamiento único. No estoy de acuerdo con este proyecto».
En cuanto a su posición acerca del debate que se está dando a nivel Nacional, Brunengo afirma:
«Yo estoy en contra de la despenalización. Estoy en contra porque estoy convencido que la mayoría de los abortos en la Argentina se utilizan como terapia anticonceptiva, después podemos discutir las cuestiones puntuales que tienen que ver con violaciones, pero la mayoría se utiliza como terapia anticonceptiva».
Además el edil recuerda la Ordenanza 4012/98 de Salud Reproductiva por él impulsada :»Cuando yo fui Secretario del ejecutivo en Salud pública en el ’98, cuando hablar de una campaña para prevenir el embarazo no deseado (ni siquiera era hablar del aborto) era prácticamente un sacrilegio. Sin embargo, Alta Gracia tuvo la ordenanza 4012 con el programa de planificación familiar más antiguo de la Provincia de Córdoba después de la capital. Fue un tema que lo trabaje desde mi lugar de funcionario público para poder hoy decir porqué estoy en contra de la despenalización. Hace 20 años llevé adelante un programa y lo hice institucionalizar».
Y agrega polémico: «Habría que preguntarse qué paso desde esos 20 años a la fecha para que hoy en Alta Gracia no tuviéramos una educación sexual como corresponde y entonces si estaríamos hablando de una tasa de abortos muchísimo menor a la que hoy tenemos, que son cifras inciertas porque como los abortos son clandestinos no se conocen las tasas, entonces también hay que tener mucho cuidado con los números que se dan».
Con respecto a la Ordenaza el radical explica: «Esa ordenanza habilitaba al Estado a llevar adelante los controles ginecológicos de la mujer además de poder llevar gratuitamente todos aquellos métodos anticonceptivos que fueran reversibles: uso del preservativo, pastillas. En el Hospital se hace, pero le corresponde al Municipio. También estipulaba la colocación del DIU y además brindar el espacio dentro del dispensario para trabajar entre el equipo médico y la pareja para que pudieran planificar de manera responsable el momento que quisieran traer al mundo un hijo. Obviamente que son procesos que hay que sostenerlos en el tiempo, eso tiene que ser en el marco de un programa, con procesos educativos que van cambiando costumbres tanto de la mujer como también del hombre. La formalidad de la ordenanza está, el problema es que el Estado nunca se preocupó en darle una instrumentación en serio y formalizar cada una de esas líneas del programa».
Ordenanza de Salud Reproductiva Reproductiva de 1998
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