«El tiempo no calma el dolor ni la bronca, sólo me queda aferrarme a los recuerdos»

Hoy 1º de junio, se cumple hoy un año de aquel violento ataque que meses después, le costara la vida a Martín Hurtado. Un joven de apenas 18 años de edad vecino de Bº Parque Casino.

Aquella madrugada, Martín recibió el impacto de una piedra en su cabeza mientras conducía su motocicleta en  por calle Catamarca. Tanto él como su acompañante, habían estado en una fiesta de cumpleaños en donde habían coincidido con quienes- al parecer-  fueron sus agresores. El fuerte golpe le produjo un daño cerebral irreparable y su cuadro se fue agravando hasta que en el mes de septiembre dejó de existir. (Nota relacionada) 

Por el caso, hay dos hermanos de Bº Parque del Virrey (menores de edad) detenidos en el Complejo Esperanza de la ciudad de Córdoba, e imputados por Homicidio Simple. Y, ante la ley de minoridad, cabe la posibilidad de que ambos puedan quedar en libertad.

RESUMEN dialogó con Diego, padre de la víctima, a un año de esta tragedia que hoy por hoy sigue doliendo. «Estamos esperando que la causa se eleve a juicio y allí tratar de lograr la mayor pena para el único imputado. Su hermano, calculo, que volverá tranquilo a su casa porque es menor de edad. De igual modo si en estos meses los acusados han tenido buena conducta podrán quedar libre; todo depende del juez que les toque«, contó Diego, con una mezcla de indignación y resentimiento.

Cabe recordar que al momento de la detención, el mayor tenía 17 años y era considerado un «menor imputable» con la posibilidad de enfrentar un juicio oral. Sin embargo, el segundo tenía 15 por lo que para la Ley no tiene posibilidad de ser juzgado.

«Ahora uno de los detenidos ya es mayor y debería estar en la cárcel pero bueno, considero que esto de la pandemia atrasó todo. Yo voy a hacer lo que tenga que hacer para la causa se acelere. Se que la Ley ampara a la juventud y es probable que queden en libertad pero esos chicos jamás se van a reinsertar a la sociedad», dijo. 

«Cada día que pasa es peor»

La muerte de Martín es algo que aún no deja de doler. «Se sobrevive», así lo explica Diego, y aunque la Justicia llegue, sólo es un poco de tranquilidad. «La verdad es que yo me siento terrible. Cada día esto es peor y por ahi dicen que el tiempo calma, pero ami no me calma nada, me hierve la sangre demasiado. El tiempo no calma el dolor ni la bronca que es algo que a veces no puedo contener», explica el hombre, quien así mismo y a pesar de que «suene fuerte decirlo», reconoce que prefiere haber perdido físicamente a su hijo, a tener que haberlo visto postrado de por vida. «Me duele decirlo pero para Martin hubiese sido muy difícil. El era  un chico terriblemente inquieto, su vida era la velocidad. Hoy no me queda otra cosa que aferrarme a los recuerdos locos que teníamos juntos», concluyó.

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