Dita pareciera caminar aún por allí, al recordar la noche inaugural del Cine Monumental, no deja escapar el más mínimo detalle: la exhibición de la película, las personalidades presentes, e incluso como era el lugar, vive presente en su memoria.
Lo que más le llamó la atención aquella vez, fueron las luces de la gran bóveda azul oscuro que se iban apagando de apoco cuando empezaba la película; algo increíble y moderno para aquella época.
Entre risas, Adelma, además confiesa que fue socia fundadora, gracias a que su tío que era carpintero fabricó las puertas del grandioso cine. Como no había plata para pagarle, a toda la familia los hicieron socios.
“Inauguraron si mal no recuerdo el 4 de diciembre de 1954, con la película «Marianella», con Olga Zubarry y Jose Maria Gutiérrez, y estaban presente el protagonista de la película y lo acompañaban la actriz Diana Maggi y otros que no recuerdo.
Yo fui con mi padre, que nos invitaron y estábamos sentados a una fila de butacas por medio detrás de ellos. Fue una hermosa velada, El Monumental estaba resplandeciente hermoso e inolvidable, nunca me voy a olvidar el techo que parecía el cielo estrellado.
Por eso como una ciudadana más, tanto yo como mis dos hijos, nos alegramos mucho por la reapertura del edificio y agradecemos a las autoridades, tanto provinciales como así también a las municipales por este esfuerzo logrado, Alta Gracia merecía esto nuevamente.
Muchas gracias!
Adelma Ferretti”
Hace un año atras, charlamos con Dita acerca de una pasión que conoció ya de grande: La Pintura.
En aquel entonces, también, nos contó hermosas anécdotas que son parte de la historia de nuestra ciudad.
“Lo conocí al Che cuando tenía 12 años: era un churro divino”
Escuchar a Dita hablar de su pasado es como entrar a dar un paseo en la historia de la ciudad, de la mano de y desde los ojos de una mujer común, que todo lo relata con alegría y anécdotas divertidas.
Como la de aquella tarde cuando pasaba por el Alto y los vio e Ernesto Guevara: “Él vivía ahí cerca. Yo habré tenido unos 12 años. Él estaba sentado en una tapia, mientras los otros jugaban al fútbol. Se ve que por la enfermedad no podía jugar. Yo pasaba por ahí y él me dijo: “¡Cuidado! No le vayan a pegar a esa señorita tan linda”. Como yo ponía cara de seria y era odiosa, él me dijo que era una lástima que una chica tan linda tuviera una cara tan enojada. Era tan hermoso, era un churro divino!”
El “Circolo”
Así como fue una de las primeras en asociarse del Círculo Italiano, junto con su papá, don Ferretti, inmigrante de Milán. Dita cuenta las asociación que funcionaba a dos cuadras de la sede actual y había actividades todo el tiempo “sobre todo íbamos allí a bailar pero era difícil sacarme a mí, porque siempre andaba rodeada por mis hermanos”. También había muchas reuniones y grandes comidas: “Se juntaban las mesas y todas las familias comíamos juntas”.
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