En un principio la reconversión laboral, 2013-2015, nacía como una visualización anticipada de una necesidad que se presentaría a futuro, cuando las empresas buscaran mayor competitividad, se sumarían a las transformaciones tecnológicas que estuvieran vigentes, y para ello habría que estar preparados como trabajadores.
El Sindicato de los Peajes y Mandos Medios de la Construcción, Uecara del Interior, en aquellos años, interpretó esa cuarta ola de transformaciones para el sector de los servicios y la construcción, para la cual ésta llegaba también, proponiéndole a la empresa más grande de peajes de la provincia de Córdoba comenzar a reconvertir a los trabajadores a otras áreas de empleos que deberían crearse. Ya no era solo capacitarse, sino aprender las habilidades en otros oficios que aún no habían nacido como tales en la empresa.
La figura del Peajista (cajero humano) cobrando al usuario desde la cabina, era un trabajo que estaba destinado a desaparecer. Ante ello había solo dos posiciones gremiales: tratar de buscar la solución desde el conflicto, o pararse frente al conflicto buscando una solución. La lógica para no repetir errores del pasado era subir a los trabajadores, a nuestros compañeros, a la ola de las transformaciones tecnológicas, y avanzar desde el campo sindical con esta propuesta que aún no era parte de la agenda del sector de peajes.
Hoy a tres años de haber pensado el Empleo a futuro, y habiéndose completado en un 50% las capacitaciones certificadas por el Ministerio de Educación de la provincia, existen trabajadores en condiciones de ingresar a las áreas: de atención al usuario por accidentes, de seguridad vial con un grado de mayor especialización, a la sala de monitoreo de la autopista inteligente. Además, contribuyen con la comunidad en escuelas y distintas instituciones bridando charlas de seguridad vial, con trabajadores con perfil docente, que gustosos se reconvirtieron para esta área donde la firma fortalece su RSE (responsabilidad social empresaria).
La transición de la Cabina de Peaje al nuevo empleo tuvo un puente que nació del conceso sindical-empresario y se llamó reconversión laboral.
En el resto de las industrias los procesos tecnológicos no han sido diferentes, el avance de la Inteligencia Artificial y el confinamiento al que nos sometió la pandemia de Covid-19 , desde el 18 de marzo, llevo a que las empresas que pudieron quedar en actividad con trabajadores bajo relación de dependencia circunscribieran sus tareas al Home Office o teletrabajo, y aquellos comerciantes rápidos de reflejos mudaron su actividad comercial a las Apps y el comercio digital. Todo se transformó de golpe, el ciclo habitual de maduración social para aceptar las transformaciones se aceleró a tiempos nunca vistos, la pandemia nos obligó a mudar de hábitos, a cambiar la forma en que nos relacionábamos en todo aspecto, incluyendo el laboral.
Quienes comenzamos el camino en la nueva relación laboral, mudando de empleo en la misma empresa y siendo socios con la inteligencia artificial, solo nos resta acomodarnos a los hábitos que impondrá la pos pandemia. Aquellos que aún no comenzaron, la ley de teletrabajo que ya tiene media sanción, los deberá movilizar para encontrar ese nuevo empleo dentro de la industria y acompañar a los trabajadores para que la transición con la incorporación de la tecnología, no sea traumática, y la salida no se represente en la perdida de trabajo, sino en la reconversión laboral.
El Modelo Sindical Argentino está llamado a modificar su Paradigma, la representación debe estar dada para todos y no solo para aquellos que hoy tienen trabajo. Se tendrá que garantizar lo que constitucionalmente nos ampara: El Derecho a Trabajar pero deberemos también aceptar su contrapartida, la Obligación de capacitarnos para ser dignificados como Mujeres y Hombres en esta sociedad con una Industria 4.0 que concretan Trabajadores en un ámbito de Justicia Social 4.0.
Lic. Gustavo Rossi Presidente del PARTIDO LABORISTA ARGENTINA