Evaluna nació el 27 de mayo pesando 1,250 kilogramos con 30 semanas de gestación. Ella nació en el Hospital Arturo Illia de nuestra ciudad. Al ser un bebé prematuro, después del parto los médicos empezaron a buscar a donde la iban a derivar. Hace dos meses que está internada en la Maternidad Infantil de Córdoba.
En diálogo con RESUMEN, su madre Candela, explicó que la niña tuvo muchas complicación. Debió recibir tres transfusiones. «Los médicos siempre nos hablaron de las secuelas que podría generarle la intubación, siempre nos aclararon que ella era una beba de muy alto riesgo. Gracias a Dios salió adelante, pero presentó daños en el pulmón y en la vista», agregó su mamá.
Evaluna fue diagnosticada con displasia pulmonar por lo que necesita oxígeno. Además las transfusiones que recibió le trajeron problemas en su vista.
«Desde la semana pasada que vengo hablando con Daniel Ledesma, él siempre estuvo dispuesto a ayudar. Le pedí que me consiguiera un oftalmólogo. En un principio, el municipio se hacía cargo de los gastos y de contratar a un profesional de Oftalmo para que Evaluna pudiera tener los controles que necesitaba. Hasta allí estaba todo bien, pero en el Hospital Illia los ojitos de mi hija corrían riesgos ya que el profesional no iba a estar en todo momento en el nosocomio con la atención que ella necesitaba. Con esto nos negaron la derivación», continuó relatando Candela.
Además explicó que esta semana, desde la Maternidad Infantil se comunicaron con el Hospital Illia para seguir gestionando la derivación pero cuando hablaron con el Director de neonatología, él les informó que no contaban con oxígeno en el nosocomio.
«El Hospital no le podía dar lo que Evaluna necesita, ese oxígeno cada tres horas. Nos sentimos angustiados y solos. Si bien la Municipalidad si nos quiere ayudar, hay otras cosas por detrás. Ya tramité la mochila de oxígeno hace dos semanas, pero no sabemos cuando la vamos a tener. Nosotros solamente queríamos que ese tiempo que tarde en llegar el pedido, mi hija esté en Alta Gracia y hoy el Hospital me cerró las puertas», aseguró la joven.
«Necesitamos respuestas y poder estar más cerca de casa, de mis hijos. Hace dos meses que no estoy con el resto de la familia. Mi marido hace lo que puede, gastamos más y ya llegamos al límites. Me parece injusto que el Hospital me diga que no hay oxígeno para ella», finalizó Candela.