Cristian Salgado y Nahuel Molina perdieron la vida de manera trágica en enero de 2017 cuando, tras disputar un partido de fútbol en esta ciudad, partieron por ruta 5 rumbo a la localidad de La Serranita, donde vivían, a bordo de una motocicleta. A la altura del reconocido Parque Temático y como un infortunio del destino, se cruzaron con Tomás Moreschi, un joven diseñador gráfico que conducía un Renault Scenic en sentido contrario, quien de acuerdo a sus dichos «se durmió» y embistió a los jovenes. Cristian y Nahuel murieron en el acto. (Nota relacionada)
El caso enlutó a los vecinos de la Serranita, la Rancherita y zonas aledañas. Es que estos jóvenes de apenas 19 y 20 años eran conocidos por todos y muy queridos en el lugar donde habían nacido y crecido; por lo que el pueblo quedó en shock. Pero, la tragedia también salpicó a Alta Gracia y de la peor manera porque golpearía dos veces a una misma familia, la de los Salgado; ya que Cristian era primo de Pablo, quien había fallecido tan solo tres meses atrás también en un siniestro vial en la esquina de Paraguay y Agustin Aguirre. (Nota relacionada)
El pasado martes, Alberto Salgado, padre de Cristian y tío de Pablo, estuvo en el programa Tiempos Violentos de Canal Dos y se refirió a las tragedias más grandes que atravesaron a su familia. Las cuales marcarían un antes y un después en sus vidas.
«Lo de Cristian ocurrió un fin de semana que casualmente con mi hermano Luis nos habíamos ido a pescar. Yo lo invité para sacarlo un poco de lo que había pasado con mi sobrino Pablo, para que se despejara. Pero quien iba a pensar que después me iba a pasar a mí«, comienza cronicando Alberto sobre el día del accidente. «Hacemos el viaje y a cierta hora mientras estábamos en el dique nos llaman y me avisan del accidente. Ahí empezó todo el calvario que se lleva hasta el día de hoy«.
El conductor del Scenic, tras el siniestro, se fue del lugar dejando el vehículo allí mismo y se presentó a la Policía al día siguiente con un abogado. Esta conducta fue lo que más dolor le causó a la familia de las víctimas, el haber dejado a «la buena de Dios» a dos chicos. «Yo me enteré al otro día que el autor se había dado a la fuga. Fue algo muy mal para uno, porque yo creo que ni a un perro se lo deja tirado así en la ruta y él dejó a dos criaturas. Incluso él se presentó al otro día con su abogado cuando ya no se le podía hacer ningún dosaje de alcohol porque habían pasado más de ocho horas«, sentencia Alberto.
Amigos de la infancia
«Cristian y Nahuel eran amigos íntimos, de toda la vida. Nacieron en la Serranita y crecieron allí. Mi hijo no tenía maldad para nada, al igual que mis otros hijos, todas excelentes personas y no lo digo porque soy el padre, pero es así. Nahuel también, Conocemos a su familia por ser vecinos de toda la vida. Esto nos golpeó muy fuerte«, comenta el padre de Cristian quien además afirmó que el joven a quien llamaban «tati» trabajaba con él como albañil en un Country de Carlos Paz y estaba a su vez terminando el último de la secundaria.
El caso de su sobrino Pablo y una familia devastada
Alberto recuerda la tragedia de su sobrino, cuyo responsable nunca fue preso. «Lo de Pablito fue algo impresionante. A penas me enteré saqué el auto, pasé por el lado del accidente y me fui a Córdoba inmediatamente. Después Pablo murió y regresé al lugar del accidente y vaya sorpresa cuando veo que la policía ya estaba levantando el auto de la persona que lo había chocado. Había hecho un desastre. Yo lo vi personalmente y los autos chocados que había. Me dolió mucho que esta persona nunca fue detenida. Nunca se le hizo un dosaje en el momento. Pero no quiero hablar de eso porque quienes más saben del tema es mi hermano y mi cuñada«.
La familia Salgado no lograba asimilar la muerte de Pablo cuando les arrebataron la vida de Cristian. «En nuestra vida a nosotros nos preparan para enterrar a nuestros padres, abuelos o a una persona que esta enferma pero nunca a un hijo«.
Juicio, cambio de leyes y condena
En enero de 2017 y en coincidencia con la lamentable muerte de Cristian y Nahuel, se modificó el artículo 84 del Código Penal Argentino agregando en su apartado bis un agravante para accidentes de tránsito en los casos en los que el conductor dejara abandonada a su suerte a la víctima, haya estado bajo los efectos de las drogas y/o alcohol o haya circulado a una velocidad excesiva. En el caso donde hubo víctimas fatales, la pena prevista para ese «Homicidio culposo agravado» inicia de los 3 a los 6 años de prisión, y ya no de 2 a 5 como establecía el viejo apartado.
Por esta novedad, Tomás Moreschi fue sentenciado a la pena de 4 años y 9 meses de prisión. Él llegó al juicio detenido y se fue detenido. Hace poco tiempo recuperó su libertad.
La suerte no fue la misma en el caso de Pablo, cuyo responsable Obregón fue condenado a tres años de prisión y jamás fue preso. Aunque y a pesar de este cambio en la legislación, es preciso remarcar que en este ultimo caso el responsable nunca huyó del lugar del siniestro.
«Él se abstuvo de hablar siempre. Recién el día de la sentencia dijo que no recordaba nada y ni siquiera creo que pidió perdón. El testigo principal era de acá de Alta Gracia quien vio todo el accidente y vio como esta persona venia zigzagueando, cortando la ruta en una velocidad elevada. Incluso se salvo el pibe que venia en la moto adelante de mi hijo porque se adelantó y cuando lo vio al auto de frente, lo esquivó sino también lo hubiera agarrado de lleno«, cuenta Alberto.
«Sentimos un poquito de alivio con la condena porque de algun modo se hizo justicia pero creo que tendría que haber sido mas la condena y no solo lo digo yo«.
La pesca, un cable a tierra
A Alberto y Luis los une la misma sangre y el mismo dolor. Ahora, y más que nunca, siguen practicando la pesca como un ancla en su vida. «Antes íbamos siempre a pescar pero ahora mas que nunca. Es un cable a tierra impresionante, como un relax. Quien puede pensar que pueden pasar estas cosas y justo nos paso a dos hermanos. Todavía siento rencor de los que pasó con Cristian y mucho, si veo a esa persona libre no se qué haría. Nunca te podría explicar el dolor que se siente«.
Reflexión
«Creo que deberían haber más controles vehiculares. Me pasa a diario que veo la imprudencia de los motociclistas y no tengo nada en contra de ellos pero muchos nadan sin casco y a contramano. En los accidentes que pasan siempre les echan la culpa a los conductores del vehículo mayor y por lo general son las motos«.
Comentarios: