El día 4 de julio de 2017, luego de una reunión consultiva con todas las participantes del Colectivo Ni Una Menos Alta Gracia, se ha resuelto en una votación unánime no participar del recientemente creado Consejo de la Mujer de la ciudad de Alta Gracia; considerando que este no conforma un espacio en el cual se puedan desarrollar nuestros principales objetivos como organización feminista, que busca prevenir y erradicar la violencia machista.
Luego de varias reuniones con las/los integrantes del Consejo de la Mujer, hemos podido definir que el mismo no se orienta hacia el área de trabajo en la que nos desarrollamos y que actualmente no hay una línea de trabajo que apunte a la violencia de género en sí.
Desde la creación de nuestro colectivo, nuestra principal exigencia hacia el estado ha sido la DECLARACIÓN DE EMERGENCIA EN MATERIA DE VIOLENCIA DE GENERO, la cual incluye acciones concretas a desarrollarse por parte del municipio, dentro de las cuales se encuentran:
1. Un protocolo de acción en situaciones de violencia
2. Protocolo de acción en situaciones de vulneración de la salud
3. La articulación entre las instituciones que manejan a las víctimas para evitar la revictimización de la mujer
4. Campañas de prevención y concientización de la problemática, campañas de formación en la materia para funcionarios y profesionales que atienden a la mujer, realización de encuestas y censos para determinar la magnitud de los diferentes tipos de violencia machista en nuestra ciudad.
Pero al querer plantear nuestras propuestas, que a nuestro entender son urgentes para comenzar a actuar en nuestra ciudad, nos hemos encontrado con respuestas tales como: “no vamos a hablar de violencia en este concejo”, “buscamos enfatizar en la mujer empoderada, la mujer empresaria, como por ejemplo la vecina de Alta Gracia que corrió más rápido que los varones y gano”.
Como colectivo repudiamos el discurso “si vos querés, podés”, dado que a lo largo de la historia a la mujer siempre se nos ha puesto en una situación vulnerable, creemos que el empoderamiento no es un proceso personal, no podemos como colectivo, y mucho menos como Consejo de la Mujer empoderar a cualquier ciudadana con un discurso tan superficial.
Acudir al Estado debe ser garantía de protección al encontrarse en una situación de emergencia. Realizar la denuncia, acudir al hospital y a la casa de protección familiar no debe ser un proceso traumático para la mujer, sino la salida más rápida de su situación. La articulación de estas instituciones y la protección de la mujer y sus hijos cuando hubiere, debe ser una prioridad para el Estado, así como también la asistencia integral a la víctima,
procesos judiciales adecuados y más acelerados, el asesoramiento y representación legal gratuita para las víctimas, programas de reinserción social y laboral, ayudas económicas en
que caso de ser necesario, etc.
Creemos innecesario haber puesto en la mesa de discusión las denuncias falsas de violencia machista, un discurso que se utiliza contra la ley 26.485 sin fundamentos, en un país donde muere una mujer cada 18 hs. Consideramos que para erradicar la violencia hacia la mujeres necesitamos del Estado políticas públicas y que como Consejo de la Mujer no se puede tener un discurso «antipolítico” porque es contradictorio con las necesidades
urgentes de la sociedad y con la composición del Consejo en sí.
La pobreza también es violencia y tiene cara de mujer. El cupo laboral femenino también es una problemática que este Consejo ha dejado de lado. Es a nuestro entender un espacio que busca enfatizar a la mujer que lucha contra la adversidad y sale sola adelante, forma de pensar que invisibiliza la adversidad de una
sociedad patriarcal.
Este Consejo netamente consultivo, es parte de un Estado que no está respondiendo y es responsable de la falta de políticas públicas para abordar todos los ámbitos donde desarrollamos nuestras vidas y lograr un proceso de cambio social profundo.
Evidentemente se ha puesto de manifiesto que no es prioritario en esa mesa considerar que toda vulneración de nuestros derechos es violencia hacia la mujer. Si este aspecto no forma parte de la agenda del Consejo, como Colectivo no vemos la necesidad de formar parte de este espacio considerado como una herramienta estatal.
Desde el Colectivo Ni Una Menos Alta Gracia siempre estará abierta la posibilidad de seguir discutiendo la problemática y colaborando con el estado, siempre y cuando coincidamos en los objetivos por los cuales trabajar.
Fuente: gacetilla de prensa colectivo Ni una menos Alta Gracia