Normalmente, las personas vemos casos de animales abandonados pero solo nos quedamos con ese momento. ¿Qué sucede después? ¿En algún momento mejoran? ¿Habrán conseguido familia?, entre otras preguntas. Por ello, en esta sección denominada “El amor lo puede todo”, contaremos lo que sucedió después de que estos animales llegaron a la casita de la Fundación ADMA. Hoy contamos la historia de Lialita.
Lialita, como normalmente la llaman, fue rescatada después de sufrir uno de los peores maltratos que puede recibir un animal: fue tirada a un pozo, a la deriva, del cual no podía salir sola.
Al acudir al lugar, los voluntarios de ADMA la encontraron lastimada y con un sinfín de garrapatas y pulgas. Era un estado de deshidratación muy grave y como de costumbre, el animalito tenía mucho miedo al ser humano. Con el paso del tiempo, recuperó su salud y tras realizar muchos estudios clínicos, Lialita comenzó a recuperar el amor, la confianza y la tranquilidad.
¿Cómo definiríamos a Lialita? Ella simplemente es mimosa, juguetona y super amigable con otros animales.
En diálogo con RESUMEN, la directora de ADMA Carolina Romagnoli, expresó que “Hoy disfruta de una vida hermosa junto a su dueña, rodeada de mucho amor y como siempre con un agradecimiento eterno, son tal para cual, gracias Carola. Lialita los saluda y agradece a todos los que colaboraron en su rescate y recuperación”.
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