Durante 4 años le diagnosticaron fibrosis quística “por error”

A Melania Delgado le diagnosticaron durante 4 años  la enfermedad de fibrosis quística, (enfermedad genética que afecta a los pulmones y en menor medida alpáncreas, hígado e intestino y que actualmente no tiene cura) y debió adecuar su vida, la de su familia y amigos a esa realidad; sin embargo, sólo se trató de “un error técnico”, como lo llamaron  durante el juicio,  de los médicos que hoy el Estado municipal deberá  subsanar.   En el año 2002, le  hicieron el test del sudor en el Hospital Infantil  y el resultado fue: fibrosis quística. Pasaron 4 años y el médico que la atendía desde que era pequeña viajo al exterior;  vino otro profesional, realizó las mismas pruebas porque tenía dudas al respecto y el resultado fue contundente: negativo. “En esos cuatro años tenía que tener una dieta espécifica,  no podía hacer mucha actividad física y tomaba muchísimos medicamentos. Mi familia se estaba preparando porque sabía que yo me iba a morir. Cuando supimos que no tenía esa enfermedad y como vivo en un pueblo chico hicieron una fiesta para celebrar la noticia”, afirmó la joven, y agregó: “Tenía que ir todos los días al hospital, asistir al colegio con barbijo, hacer fisioterapia y tomar una pastilla después de cada comida”.

Por su parte, el papá, Sergio Delgado remarcó: “Nos endeudamos mucho para poder pagarle el tratamiento, por ese motivo accedimos y le iniciamos acciones judiciales al hospital”

LA JUSTICIA SE EXPIDIÓ

El pasado lunes se conoció el fallo de la  Cámara 4º en lo Civil y Comercial por lo que  el hospital deberá pagar 27.550 pesos por daños y perjuicios. Es una causa inédita en la provincia de Córdoba y tiene de curioso  que no se sanciona al médico, sino a la institución.

Más allá de las decisiones de la Justicia, que no dejan de ayudar a la familia, lo cierto es que medicaron a una persona sana durante 4 años y la obligaron a vivir una realidad érronea y para eso no hay fallo que pueda revertir la situación.

“Ahora se hizo público, y eso me ayuda para que si alguna otra persona pasa por lo mismo tenga un antecedente”, remarcó Delgado. Por su parte Melania no deja de contar con asombro sus días de colegio, sus reuniones en el hospital los fines de semana entre familias con la misma enfermedad  y la infancia tan particular que la hicieron vivir. Piensa y luego dispara: “Lo más raro de todo esto es que nadie me pidió disculpas, como si no hubieran cometido ningún error”, fnalizó.

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