«Te me fuiste mi guerrero. Trataré de ser lo más fuerte, como te dije, pero no tengo consuelo, mi negro. Estoy vacía, destrozada, no hay palabras de consuelo para ésto. Lo único que me queda saber que ya no sufrís» escribió Miriam en sus redes sociales.
Benja tenía 12 años. Cuando tenía 1 año y 9 meses se broncoaspiró y quedó con secuelas: parálisis cerebral y quedó cuadripléjico. «A mediados de enero nos contagiamos de covid y en él, fue de terror. Porque le afectó un pulmón y un riñón. Salió del covid, pero le dejó secuelas irreversibles y en cuanto le fallara el pulmón -porque le quedó un solo pulmón funcionando- le iba a dar un paro» explicó a RESUMEN, Miriam.
Finalmente el guerrero se descompensó el domingo: «lo saqué dos veces pero ya la tercera vez se rindió, ya no pudo salir. Lo llevé al hospital (Illia) donde ahí nomás lo atendieron, pero ya no tenía signos vitales».
Su madre es una luchadora que desde siempre peleó para que su hijo de doce años tuviera una mejor calidad de vida. Seis años atrás, consiguió una silla de ruedas especial para él.
Miriam es tejedora y vende muñecos tejidos de lana, pero su alma es solidaria y siempre dona algunos para el Día del Niño a alguna entidad, como un merendero.