La pandemia provocó el cierre de todas las actividades laborales. Sin embargo, con el tiempo el COE Central, autoridad creada para establecer protocolos y organizar la flexibilización paulatina, comenzó a habilitar diferentes rubros. Empezaron los comercios con horarios reducidos, luego los bares y restaurantes, también llegó el turno de las escuelas de danza, pero lo que no llega es la reapertura de los gimnasios, a pesar de haber tenido varias reuniones con el Intendente que había prometido anunciar fecha de regreso.
Hoy por hoy, no hay gimnasios abiertos en ninguna parte del territorio provincial, a pesar de que muchas zonas blancas ya podrían tener ese beneficio. Es que no es responsabilidad de los COE Regionales dar este permiso, sino del COE Central. Pero entonces: si Alta Gracia abrió bares y restaurantes antes que la capital, ¿por qué no podría abrir los gimnasios? Esta pregunta se la hacen muchos, sobre todo quienes más desean volver a ejercitarse.
Los gimnasios están siendo proclamados fuertemente en redes sociales en toda la provincia y sus dueños se encuentran en un apretón con el pago de impuestos y servicios que ya no pueden sostener. Algunos implementaron el alquiler de elementos, pero eso no alcanzó.
Volviendo a los permitidos… Abrieron las academias de danza y están próximas a regresar las escuelas de fútbol con clases de atletismo. ¿Qué hay de diferente en un gimnasio? Todos pensamos en los elementos, pero el protocolo presentado establece la práctica de actividades sin ellos. También incluye el registro de personas al ingresar (nombre, dirección, teléfono) y clases reducidas. Algo muy similar a lo que abarca el protocolo de los bares.
En tanto los parques tampoco pueden ser usados para ir a pasar el día con amigos o familia. La flexibilización que había establecido el COE Central contemplaba salidas recreativas con el grupo familiar y siguiendo un control por terminación de DNI. Sin embargo desde hace un tiempo que el Sierras, el García Lorca y el Tajamar se encuentran repletos de gente que se junta a pasar la tarde, la gran mayoría sin barbijos.
Con todos estos puntos sobre la mesa, ¿por qué entonces no pueden regresar los gimnasios?. Es una incógnita que las autoridades no pueden responder.
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