En el marco del Día de la Prevención del Suicidio, Rossi explicó a este medio «Está probado por evidencia que la conducta suicida, a través de la escucha oportuna y la referencia a algún centro que pueda ayudar a esta persona, siempre decimos, referida al centro de salud más cercano pensando en la accesibilidad y que la persona pueda encontrar una pronta respuesta a su problemática».
Con respecto al rol del estado, la referente contó: «Córdoba tiene un programa provincial y municipal, yo puedo hablar del provincial, que hace prevención y asistencia a la conducta suicida. En el Área de Prevención, tenemos varios tipos de intervenciones, entre ellas la capacitación a equipos de salud, fuerza vivas a la comunidad en general, la formación de equipos especializados de base territorial para poder detectar el riesgo y al azar, con las fuentes de ayuda. También tenemos por el lado de la asistencia, un dispositivo, para jóvenes entre 14 y 20 años que se radica en Casa del Joven, donde se brinda un tratamiento integral, es decir un abordaje individual, un abordaje grupal y también un dispositivo grupal para padres para que se lo pueda acompañar en el transcurso de la actitud suicida de sus hijos o de un ser cercano».
Estadísticas
De acuerdo a las estadísticas sobre la problemática, la mayor parte de los casos de suicidio abarca a hombres y mujeres de más de 60 años. Aproximadamente existen 3000 casos por año, y otra cantidad de personas queda con secuelas por los intentos.
Tan solo en 2019, más de 700.000 personas se quitaron la vida, y es la cuarta causa de defunción en el grupo etario de 15 a 29 años en todo el mundo. La OMS interpreta la necesidad urgente de trabajar en orientaciones para ayudar a cada país en la detección de los motivos que impulsan a las personas a suicidarse y los cuidados especiales que deben recibir.
A través de distintas campañas, la OMS impulsa estrategias de orientación para prevenir el suicidio, destinadas a familiares o amigos de las personas que corren ese peligro.
Están organizadas en cuatro ejes básicos que proponen:
- Limitar el acceso a cualquier medio de suicidio, como pueden serlo armas de fuego, plaguicidas y otros elementos.
- Formar a los medios de comunicación para que le den a las noticias sobre suicidios la entidad que merecen y las comuniquen de forma responsable y apropiada.
- Fomentar las competencias socioemocionales entre los adolescentes para la vida y el amor propio.
- Detectar tempranamente, evaluar, gestionar y realizar seguimientos sobre las personas que expresan comportamientos y pensamientos suicidas.
Fuentes: Resumen y La Nación.