“La distancia entre la boca del cañón de la escopeta y los orificios de ingreso en prenda y cuello de la víctima fue estimada en dos metros”, fue una de las conclusiones a las que llegaron los peritos de la sección de Desarrollo Interdisciplinario de la Policía Judicial que ayer expusieron a través de una reconstrucción virtual en la Cámara de Acusaciones de Tribunales II de Córdoba, con respecto al crimen de “Paco” García, ocurrido el 27 de agosto de 2015 mientras se encontraba cazando en un campo de barrio Los Talas de la localidad de Anisacate.
El médico forense Guillermo Tillard -que fue quien realizó la autopsia- relató que el disparo entró (que fue realizado por la espalda) por el cuello “a la altura de la carótida y la explosión de adentro hacia afuera fue en la cavidad bucal”. Por su parte, el perito balístico Marcelo Louvrich sostuvo que “el ángulo del disparo no nos indica que la víctima haya estado en una posición totalmente de pie, sino que se encontraba en un plano inferior al de su agresor. También se puede observar que la víctima tiene escoriaciones en su mano izquierda y el movimiento es como de defensa ante una agresión o como si estuviera tratar de evitar se encandilado con una linterna”.
Además indicó que si hubiese estado sentado “la reposera debería haber tenido un orificio y no se encontró ninguno”. El perito también ratificó que el disparo fue realizado con una escopeta marca IZARM.
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