El teatrino de la Plaza Evita se convirtió en Belén, y las estrellas del cielo despeñaderense, invitaron a imaginar el nacimiento de Jesús por estas latitudes. La llegada del salvador estuvo envuelto entre zambas y chacareras para comenzar celebrar la Navidad.
Con la representación de empleados municipales, quienes personalizaron a José, Maria, los ángeles, los pastores y hasta los Reyes, más los cuadros de la Academia Don Atta y la coordinación de la profesora de teatro, Daniela Castillo, se desarrolló el pesebre viviente.
El Paseo Bicentenario lució con buen marco de gente, que se dio cita para disfrutar de la magia de la natividad, que como cierre sonó y se bailó el Pericón Nacional permitiéndonos soñar con un Jesús nacido por estas tierras.
En tanto, en Villa La Bolsa y Villa Los Aromos se llevaron adelante representaciones del Nacimiento de Jesús con la participaciones de niños de ambas localidades.
En La Bolsa, el viernes pasado, la actuación fue a cargo de los pequeños alumnos de la Sala Cuna «Divino Niño» , ayudados por sus familias.
En tanto, el mismo día en Los Aromos, el Nacimiento de Jesús se interpretó en escenario natural y al aire libre, en la plaza de la zona del Vivero.
(Fuente. revista Puente y Muncipalidad de Los Aromos y Villa La Bolsa.