Horas después de que desde el Servicio Penitenciario le informaran sobre la drástica decisión que había tomado su pareja, Roxana halló entre las pertenencias que él le había entregado, una carta. Conmovida por ocurrido, la pareja de Edgar «Pinguchi» Díaz habló con RESUMEN y contó detalles de las horas previas a su deceso.
La mujer- con quien el condenado a perpetua mantenía una relación desde hacía tres años- aseguró haber sido la última persona que lo vio con vida y, según sus dichos, nunca se imaginó de la terrible decisión que tomaría.
«A Edgar lo vi la mañana del 30 de noviembre. Lo despedí en la cárcel de Cruz del Eje, habíamos tenido una visita privada desde el día anterior y a las 8 de la mañana de ese jueves me fui, fui la última que lo vio con vida», inició la mujer, a quien Pinguchi había conocido a través de un chat.
Roxana contó que decidió pasar la noche en la casa de una amiga que tiene en Cruz del Eje para, al día siguiente, dirigirse a tribunales y hacer un nuevo pedido por su pareja. El mismo jueves habló por teléfono con Edgar y esa fue la última comunicación que tuvo.
«Desde hacía cuatro meses que el estaba pasando por muchas situaciones y hasta lo sancionaron por un pedido que él había hecho. A él lo alojaron en un pabellón en donde estaban los presos por causas de instancias privadas entonces él siempre pedía que lo trasladaran porque su causa no era igual que la de ellos pero solo lo amedrentaban y maltrataban», contó la mujer y agregó: «Ese jueves él logra comunicarse conmigo a través del servicio social y ahí me dice que me quedara tranquila porque finalmente lo iban a trasladar de módulo, yo no lo vi mal pero si estaba cansado».
Debido al paro de interurbanos, Roxana no pudo regresar a su ciudad y debió permanecer un día mas en Cruz del Eje. Fue allí cuando, según dice, su celular dejó de funcionar a causa de la fuerte tormenta de la noche anterior y no pudo volver a comunicarse con su novio.
«Me quedé sin señal y el celular dejó de funcionar. Recién al dia siguiente pude recibir llamadas y fue cuando me informan de esta noticia, inmediatamente entré en crisis», añadió.
El hallazgo de una carta y un casamiento frustrado
Para ese entonces Roxana no había revisado aún las pertenencias que Pinguchi le había entregado ese último jueves que se vieron. «Siempre le llevaba ropa y se la lavaba, o los tuppers y encontré un monederito; cuando abría vi la carta que me había dejado en donde ya hablaba de quitarse la vida», dijo la mujer entre lágrimas.
En la carta, Díaz expresa los motivos que lo llevaron a tan tajante decisión: la imposibilidad de ver a su hija y el maltrato recibido por parte del Servicio Penitenciario. Además, en la misma, Pinguchi vuelve a insistir en su inocencia.
«Nosotros teníamos fecha para casarnos el 28 de diciembre. Yo fue su contención durante todos estos años porque él no tenía otro apoyo; siempre respeté a su familia pero no fueron constantes y no lo ayudaron, salvo su tia que fue quien lo crió quien no pudo visitarlo en la cárcel por ser una persona enferma; los demás no estuvieron para él, lo dejaron sólo y en Alta Gracia todo el mundo sabe quien es el verdadero culpable de ese crimen, no fue Edgar, pero nadie lo escuchó», añadió la mujer, quien iba a casarse con Pinguchi el próximo 28 de diciembre.
La mujer, además, dijo que su pareja luchaba constantemente por la posibilidad de tener un trabajo en prisión. «Le decían que ya lo iban a llamar pero siempre lo tenían a las vueltas, no le daban posibilidad de nada para que pudiera seguir su vida, todo lo que pedía se le negaba, la Justicia lo llevó a esto» dijo Roxana y añadió: «Hoy su alma ya es libre, pero yo no voy a parar hasta que algun dia pague el verdadero culpable, no quiero que su muerte sea manoseada. Él me repitió hasta último momento que era inocente y no tenía que estar ahí, estaba muy decepcionado de la vida y la Justicia».
La carta
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