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Delfina, Ignacio y Florencia, las historias que nos conmovieron durante el 2022

La lucha de estas tres familias, surcaron el 2022 y de alguna manera u otra llegaron al corazón de los ciudadanos de Alta Gracia.

Sin duda durante este 2022, varias historias atravesaron a la sociedad de Alta Gracia, la cual se caracteriza por ser muy solidaria. Cada uno de estos relatos refleja algún flagelo y cada uno fue mediático por el vuelo que tomó cada hecho y por las campañas solidarias que se llevaron a cabo, incluso a nivel nacional.

Delfina Caponigro

La niña de seis años tiene Síndrome de Crouzon -los huesos de la cabeza sellan antes de lo previsto y por ello su cerebro sigue creciendo hacia donde puede- y fue intervenida quirúrgicamente cuando tenía un año. En marzo de este año, tras un control de rutina descubrieron que había perdido la vista en uno de sus ojos y estaba perdiéndola en el otro. Debía ser operada nuevamante, pero la intervención no fue suficiente y los médicos le recomendaron un tratamiento muy caro: células madres.

Desde entonces comenzó una carrera a contrareloj para juntar casi seis millones de pesos o 23 mil dólares. Vendieron pertenencias, organizaron rifas…hasta que Juan Pablo Rodríguez de «Un Tatuaje por una Sonrisa» se sumó para juntar dinero a nivel nacional, a través de sus redes. La familia ya contaba con un millón y Rodríguez colectó un millón y medio más. El caso tomó vuelo mediático y el influencer Santi Maratea se hizo cargo de recolectar lo que faltaba.

La familia pudo viajar y tras veinte días de pinchazos y dolores, Delfina no sólo recupera su vista sino también su audición.

Ignacio Pereyra

El joven sufrió un accidente el 7 de mayo sobre Avenida del Libertador, frente a una central de remises. Un taxista dio vuelta en «U» y la moto en la que se conducía impactó contra el auto. Tras la fuerte colisión, estuvo internado varios meses en estado grave, luego fue trasladado al Hospital Illia a sala común. Se llevaron adelante varias cadenas de oración y eventos para pagar sus tratamientos.

Regresó a su hogar, pero con graves secuelas. Desde entonces la familia realiza campañas para poder abonar un tratamiento de recuperación neurológica en Tanti, que cuesta casi 800 mil pesos mensuales. También con ellos colaboró Rodríguez de la Fundación «Un Tatuaje por una Sonrisa».

Florencia Guzmán

El padre de su hija se la llevó a fines de marzo de vacaciones a Frías, Santiago del Estero y nunca la regresó, a pesar de ser Florencia Guzmán, quien tenía la tenencia. El hombre cortó la comunicación con la altagraciense y comenzó una guerra judicial sin precedentes, demostrando una vez más que la justicia es patriarcal.

Tras varias manifestaciones frente a tribunales, idas y vueltas de la justicia local y sin respuestas favorables, Florencia definió viajar a la provincia vecina para gestionar desde allí la tenencia o por lo menos poder ver a su hija.

Cabe recordar que Florencia lo había denunciado por abuso sexual antes de volverse a la ciudad.

 

 

 

 

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