Sociedad

“Deberían felicitar al sacerdote, no procesarlo”

“Así lo manifestó a RESUMEN el abogado del cura párroco Marcelo Siderides, Ernesto Gavier, al conocer la resolución del Juez Federal Bustos Fierro en la causa que investiga los daños producidos en la Iglesia de la Merced durante su restauración. “Yo creo que es un procesamiento equivocado porque no se tomaron en cuenta los argumentos de la defensa. Mi cliente actuó como corresponde, la Comisión dio el OK, aunque después muchos salgan a decir que la autorización fue en general y no en particular. La gente de la Comisión nunca se dignó a venir a Córdoba y ver la obra, todo esto y algunos detalles más está en nuestra presentación y el Juez no lo tuvo en cuenta”, aclara Gavier, quien asegura además que va a aclarar la situación en la Cámara Federal durante los próximos días.
La resolución
El pasado martes el titular del Juzgado Federal N°1 de Córdoba, Ricardo Bustos Fierro, dictó el procesamiento del cura párroco Marcelo Siderides y de los arquitectos Melina Malandrino, Pedro Cufre y Juan Pablo Orozco -los tres miembros del Instituto “Marina Waisman”, de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica de Córdoba, como coautores responsables del delito de daño agravado por cometerse en perjuicio de un bien de uso público y monumento de carácter histórico (art. 184 inc. 5 y 45 del Código Penal, en función del art. 47 de la ley 25.743). Se calificó además la acción ejecutada en el templo como “ilegítima, clandestina y negligente” remarcando además que “fue una excavación asistemática, sin sistema alguno, burda y torpe. Máxime teniendo en cuenta que los arquitectos que coordinaban la obra sabían que estaban interviniendo un bien que cuenta con la declaración de patrimonio mundial”, señaló el magistrado.
Por otra parte, Bustos Fierro hace referencia al destino de los restos extraídos de la Iglesia: “Uno de los testimonios más relevantes fue el que brindó el propietario de una empresa de contenedores contratada para trasladar los escombros generados por la obra. En su declaración, el testigo expresó que el contenido fue llevado a una cancha de fútbol del barrio Liniers de la ciudad de Alta Gracia, con el objetivo de contribuir a la nivelación del suelo. En esa ocasión, la persona que estaba realizando dicha labor le manifestó haber encontrado huesos entre el material. Informado de la situación, el cura párroco Marcelo Siderides expresó su fastidio “por no haber tirado los escombros en un basural”, por lo que decidió desvincular al testigo de las tareas encomendadas, y contrató a otra empresa de contenedores”, reza el escrito del funcionario judicial.
En relación a lo determinado por Bustos Fierro, la defensa del religioso argumenta que Siderides “no es arquitecto. Estaba encargada la Provincia y la Universidad Católica de Córdoba, distintos organismos intervinieron en este tema”, señala , y agrega: “La gente de Alta Gracia tendría que estar orgullosa de tener un cura así, con extraordinaria diligencia y operatividad. Dejó un lugar magnífico, cuando antes estaba casi en ruinas”, finalizó.
Cabe destacar que el cura párroco no atendió a la prensa luego de conocerse la determinación judicial, y se ha mantenido en un profundo silencio sobre el tema.

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