Hoy a las 10 de la mañana vence el plazo para presentar alianzas con motivo de las elecciones municipales del 17 de septiembre y a esta hora es un hecho que Juntos por el Cambio como tal no se presentará ya que anoche se terminaron las negociaciones tras el fracaso de la operaciones del Radicalismo para lograr la unidad.
La última propuesta que la UCR acercó al PRO fue la primer candidatura y la sexta de concejal, cosa que los amarillos volvieron a rechazar tras tres semanas de negociaciones en las que los radicales cambiaban sistemáticamente de negociadores. Cerca de la medianoche, la UCR estaba reunida en pleno en un bar local para decidir su postura final y ante la no respuesta para con los demás aliados, habilitaron al PRO y a la Coalición Cívica-ARI, que ya jugaba en tándem con los amarillos, a firmar una alianza que por estos minutos se acaba de presentar en la Justicia Electoral de la Provincia de Córdoba.
La UCR de Alta Gracia intentó que los socios firmaran sin conocer quien era el candidato a Intendente de su partido, cuestión que ambos sellos reclamaban a los gritos y que ocasionó una gran desconfianza. Otra de las fallas fue «puentear» a la dirigencia local y negociar directamente con los referentes provinciales el cierre de alianzas. Cada línea interna radical negociaba por su lado con los referentes de cada espacio logrando así un caos incomprensible para las demás fuerzas. La poca predisposición y apertura de los «armadores» radicales con respecto a los lugares expectables para los demás ex socios, sentenció de muerte a la unidad.
«Luego de las provinciales la UCR se refunda o se refunde», apuntaban desde los micrófonos de la 88.9 en los análisis políticos. Hoy la unidad desapareció y el Radicalismo comienza una nueva etapa de guerras intestinas para ver quien se queda con la candidatura a Intendente y los demás cargos expectables.
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