Esa mañana, el intendente Marcos Torres, la Directora del Hospital Regional Illia, Mariana Garay y el el doctor Rodolfo Rodríguez, miembro del Comité de Acción Sanitaria y Director del Instituto de Investigación y Planificación Sanitaria del Gobierno de Córdoba, anunciaban que se habían detectado 6 casos sospechosos de coviv19 (trascendidos indicaban que tres eran positivos). Se trataba de una persona que había llegado desde Europa y habría contagiado a otros dos.
A partir de esta situación y teniendo en cuenta que una de las pacientes era psicopedagoga y acompañante terapeútica de un niño de primer grado del Manuel Solares y siguiendo los protocolos de prevención y acción que se llevaban adelante en todo el territorio, la Municipalidad de Alta Gracia determinó que la entidad educativa no abriera sus puertas hasta tanto se supiera si los casos eran positivos o no -en ese momento había que esperar los estudios del Laboratorio Nacional Malbrán-. También se puso en cuarentena a los familiares de estas seis personas.
El domingo 15, ante la inminencia de la llegada del coronavirus a la Argentina, el Presidente Alberto Fernández anunció la suspensión de las clases hasta el 31 de marzo. El jueves 19, informó que el país entraba en aislamiento obligatorio y sólo trabajarían y saldrían a la calle «los esenciales».