El miércoles pasado, por casi dos horas, se llevó adelante la audiencia pública para la renovación del contrato de concesión a COSAG LTA, con la presencia del entero Concejo Deliberante y de algunos asistentes. Y desde la pantalla gigante, por su aislamiento, el Secretario de Servicios Públicos, Pablo Ortiz.
Durante su exposición Ennio Mazzini, titular de la cooperativa, recordó en varias ocasiones lo acontecido hace 10 años atrás cuando la pelea para poder llegar a un acuerdo había sido larga y desgastante. Casi haciendo alarde de ese entrenamiento y de la solidez de estos últimos años, con aciertos, errores, días escandalosos sin agua en pleno verano, roturas y reclamos, Mazzini frente a los pocos asistentes y al Concejo entero, quiso remarcar que si sobrevivieron a esa asamblea multitudinaria de 2010 y a todos los bochornosos eventos anteriores, nada iba a ser tan difícil.
Años de desidias
Es muy difícil hacer un recorrido por todo lo que pasó ese año, cuando Cosag renovó, sí, pero ya solo por 10 y no por 15, y con un Ente Regulador por sobre su cabeza.
Hay que remontarse un poco más atrás, al 2007 por lo menos, cuando con resonancia provincial, Mario Bonfigli, en aquel entonces Intendente de ciudad, empezó a esbozar su voluntad de municipalizar el servicio de aguas y cloacas. Desde hace años que Cosag no presentaba balances y su presidente, Enrique Garay, no llamaba a elecciones.
Poco antes de las elecciones de 2007, Bonfigli deslizó esa idea aprovechando la derrota de quien entonces era Presidente de Cosag, Enrique Garay, quien había perdido en unas internas “semi-abiertas” con el “Pato” Jorge Nahal. Pero no solo, para Bonfigli esa estatización podía inclusive llevarse adelante antes de la finalización de la concesión; a esa pretensión de campaña, Nahal con su característica mesura, respondía que había que avaluar la situación y, de última, desplazar una eventual municipalización para el 2010…pero esa sería otra campaña más.
En ese mismo momento, la alianza Partido Socialista-ARI ( hoy Coalición Cívica) proponía crear una cooperativa de usuarios para controlar todos los servicios de agua, cloacas y recolección de residuos, que venía de la mano de un del En.Co.M. , Ente de Control Municipal.
En 2008, ya las tensiones entre Bonfigli y Garay estaban por las nubes: el mandatario y su gobierno acusaban de mala calidad de agua o directamente agua sin filtrar, y el peronista retrucaba con que el Intendente radical non tendría escrúpulos en dejar a 50 familias en la calle, para adueñarse del servicio.
Y el socialismo-ARI, insistía en la cooperativa de usuarios. Es más, en noviembre de ese año se conformó la Cooperativa Integral de Servicios Públicos y Asistenciales, Vivienda y Consumo del Valle de Paravachasca Ltda.
La fiscalización
En mayo de 2008, mientras Ennio Mazzini asomaba cada vez más como oposición interna de Enrique Garay, el Intendente Mario Bonfigli nombró a Eduardo Chesta como fiscalizador municipal de Cosag, que debiera reportar a la Subsecretaría de Recursos Hídricos y Dipas, que dependían del Ministro Hugo Testa. Una intervención con mucho de interna tanto en la cooperativa así como el en PJ local ya que Garay, en aquel entonces y según aseguran varios hasta el día de hoy, era un hombre muy cercano al Legislador Walter Saieg.
Se trataba entonces de una casi intervención que tenía una ventana de 180 días antes de decidir si revocar o no la concesión, de inmediato.
Lo curioso de eso es que la fiscalización surgió a raíz de la evidencia de la “total inexistencia de cloración”, en varias muestras extraídas; pero al momento de elegir una persona que controle la óptima prestación de servicio, se optó por elegir a un Contador Público. “ Hemos tomado el toro por las astas, si vemos que peligra el estado del agua que consumimos se rscindirá la concesión, porque con el agua no se jode”, había exclamado Bonfigli.
En tanto, el Ministro Testa quien se había puesto a disposición había agregado en diálogo con Resumen: “Yo hubiera puesto a una persona que entienda de servicios públicos, que no solo se ocupe de los recursos”, a la vez que aclaraba que: “La Municipalidad tendría que haber colocado un auditor o un interventor mucho antes”.
Semanas después, Testa le brindó a Bonfigli un primer pantallazo de la situación. Antes que todo, el pretexto de la fiscalización ya no estaba: “Tenemos calidad de agua estandarizada desde la planta hasta el último barrio”, pero el problema estaba en otro lado : “el saneamiento económico va a llegar un largo tiempo”. De hecho, se hablaba de que Cosag podía solventar solo el 40% de sus deudas.
Se llegó así a julio de 2008, cuando con un deuda de casi 5 millones de pesos y un sinfín de reclamos, la Cooperativa cambió de autoridades dejando de lado al histórico Presidente y ex candidato a Intendente Enrique Garay.
Cambio de autoridades: se va Garay
Quien asumió ese día, fue Ennio Mazzini, actual titular y el sobreviviente de dos audiencias públicas. “Son desafíos y confío que lo vamos a superar; no por una cuestión de mérito propio, sino porque confío en todo el grupo de la cooperativa. Realmente hemos tomado conciencia de los difícil que es la situación” explicaba Mazzini a RESUMEN.
Y a partir de ahí se armaron una serie de escándalos que fueron bastante más allá de la situación de la cooperativa y el servicio prestado. Hasta se vieron involucrados usureros, demandas de juicios mal hechas con perjuicio para el Municipio. Esta última una verdadera paradoja, ya que el Municipio le reclamaba 680 mil pesos a Cosag y por una mala praxis de sus letrados, terminó casi debiendo pagar 200 mil pesos.
Y entre miles de idas y vueltas, acuerdos se llegó a las semanas previas al vencimiento de la concesión, fechado 1 mayo de 2010.
El amague de la municipalización
El 19 de abril previo, a través de una conferencia de prensa, la Unión Cívica Radical ratificó su intención de ir por la municipalización del servicio de agua potable y cloacas. El peronismo, en cambio, mantenía su postura de apoyar la renovación de la concesión a la cooperativa por otros 15 años, opción prevista en el contrato de hace 15 años.
En Julio de ese año, se desarrolla una masiva audiencia pública que en su mayoría terminó siendo a favor de Cosag, sobre todo por la suerte de sus trabajadores y familias involucradas y una campaña llevada a cabo por la renovada gestión de Mazzini.
La semana anterior había ingresado la propuesta de la cooperativa que incluía un propio diseño de un ente regulador. Bonfigli, en tanto, buscaba una forma de conciliar, proponiendo que Cosag sólo se haga cargo de la operatividad técnica del servicio, pero lejos de la administración.
El Emsep y la audiencia histórica
El 28 de julio del mismo año se crea el Ente Municipal de Servicios Públicos (Emsep), con el rechazo contundente del peronismo y un discurso acalorado del entonces Concejal Facundo Torres, hoy Ministro de Gobierno de la Provincia: “Deberíamos preguntarnos entonces para qué está el Intendente”.
Golpeado por la audiencia pública y en un año preelectoral, Bonfigli cambió de postura, abandonó la idea de la municipalización, eligió como el mismo dijo, “escuchar a la voz del pueblo” que, remarcó, pidió por la continuidad de Cosag pero también por más control sobre la cooperativa.
El 6 de agosto Enrique Garay abandonaba definitivamente, expulsado, la cooperativa, y el 13 el flamante Ente Municipal de Servicios Públicos (Emsep) firmó un contrato a través del cual otorgaba la concesión del servicio de agua y cloacas a la Cooperativa de Servicios Públicos de Alta Gracia (Cosag) por 10 años, ya no por 15 como antes.
Un año, después, pero eso ya es dato de color, el Frente Cívico anunciaba que Ennio Mazzini sería el candidato a Intendente de Alta Gracia, hazaña que no volvió a intentar en las elecciones sucesivas.
Llegaron las elecciones, Walter Saieg conquistó el Sillón de Lepri, asumió el 10 de diciembre y ahí mismo borró al Emsep de un plumazo, con el apoyo del mismo Mazzini que lo veía como un obstáculo a la gestión de la cooperativa.
Todo fue más fácil…
Pasaron 10 años más, quejas, un verano con 3 días sin agua y funcionarios heroicos en La Toma, un caño maestro roto que causó también largos días de incertidumbre y trabajos las 24 horas, quejas, anuncios, obras en las plantas de cloacas y potabilizadora, fondos árabes, promesas, ciudad a futuro y demás.
Mazzini sigue ahí y el miércoles pasado se enfrentó a otra audiencia pública. Esta vez no hizo falta un apoyo multitudinario, ya que nadie, ni oficialismo ni oposición puso en dudas la continuidad de la cooperativa.
«La fiscalización queda en mano de una sola persona que aparentemente pondría el Municipio y que se pagaría con fondos que se sacan del canon. No debemos repetir los errores del pasado. Ya una vez Cosag fue fiscalizada por una persona que fue puesta por un gobierno que vale aclarara era de mí mismo color político, no logramos nada, el fiscalizador sí. Eso no puede pasar. Fiscalicemos bien. La gente de Cosag no tiene nada que ocultar. Yo sé que el signo político que hoy gobierno no le tiene afecto a los controles, apenas asumida la administración Saieg, abrogó el Ente que fiscalizaba y controlaba los servicios públicos. Hoy no tenemos un ente que por Ley y Ordenanza controla al Servicio Público. Seamos trasparentes: Pongamos en el contrato un representante del Ejecutivo, del Concejo Deliberante uno por mayoría y uno por Minoría”, afirmó Omar Allende en representación de la UCR.
“Hace 10 años había mucho cuestionamiento y yo tomé el micrófono con miedo y necesidad de tratar de demostrar que podíamos.Veníamos de un momento poco feliz y de una mala administración. En ese momento hubo una posibilidad y apoyo de parte de la población de renovar y nos pusimos a trabajar para remontar todo lo que se había hecho mal para empezar a hacer las cosas bien. COSAG no es la misma que hace diez años, esta profesionalizado, desde lo humano, lo técnico, con proyección a futuro y pudimos absorber los desafíos de 10 años en la ciudad y lo hemos cumplido bien”, le contestó Mazzini, orgulloso, en plena audiencia.
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