La Legislatura de Córdoba aprobó ayer una reforma a la normativa, ya existente, del «Programa provincial Permanente de Prevención y Control del Tabaquismo». En la misma se equipara al cigarrillo electrónico y vapeador al cigarrillo tradicional: se dispuso prohibir tanto su comercialización a menores de 18 años como la utilización en espacios públicos cerrados. Esta norma no desfavorece al cigarrillo electrónico, sino que limita su consumo.
Si bien hay países – como Inglaterra- que consideran el tabaco como un problema de salud pública y fomentan el uso del vapeador como una vía para dejar de fumar; hay otros, como Estados Unidos, que condenan su uso, tal como si se tratara de un cigarrillo común.
¿Qué es un vapeador?
Es un dispositivo, que se compone de un atomizador (una pieza donde se coloca el líquido a vapear) y un mod (que administra el voltaje y las baterías). Cabe destacar que no es un cigarrillo electrónico.
Los componentes de los líquidos usados para vapear están compuestos de propilenglicol (un químico cuyo uso está catalogado como seguro, tanto para la salud, como para el medio ambiente, si se cumple con las normas establecidas, en cuanto a los porcentajes de contenido), glicerina vegetal, aromas hidrosolubles y nicotina.
A nivel local
Un comerciante local, que prefiere mantener el anonimato, expresa que «la norma no desfavorece del todo al cigarrillo electrónico, ya que existe un código entre vapeadores en el que se respeta a la gente que no fuma y no vapea, porque al ser tan grande la cantidad de vapor que se emana, los mismos vapeadores limitan el consumo para que no moleste al resto». Si bien existen puntos de venta en la ciudad de equipos y líquidos, la gran mayoría de los consumidores fabrican sus propios líquidos y venden sus equipos de forma particular.
En Argentina existe un grupo de internet que nuclea a los vapeadores donde se resuelven dudas y se intercambian información y comentarios, y hoy la cifra de miembros asciende a 31 mil personas.
Una problemática joven
En el mundo han muerto, en total, 13 personas relacionadas al vapeo; en comparación a millones de defunciones relacionadas al cigarro. Al ser un producto medianamente nuevo, no tiene estudios científicos comprobables a largo plazo.