El Frente Córdoba Ciudadana, de la mano de Pablo Carro, vecino de Santa Ana, docente universitario, secretario general de Adiuc, y precandidato a diputado nacional, se convirtió en la tercera fuerza en los PASO del pasado domingo, nucleando así al electorado kirchnerista.
En diálogo con la FM 88.9, Carro hace un balance de los comicios y ya piensa en el futuro.
Un 10 por ciento, que significa mucho. ¿Están satisfechos?
Contentos, hemos hecho una gran elección. Enfrentábamos un desafío importante porque es una fuerza que cambió de nombre, con figuras nuevas y, desde un punto de vista mediático, con candidatos pocos conocidos. Por lo tanto, íbamos a buscar el voto del núcleo duro del kirchnerismo en esta primera etapa. Además logramos poner en agenda los temas de discusión. Los que no quiere discutir Macri y que se vio obligada a discutir toda la oposición; las tarifas, el aumento de precio, los difícil que están los alquileres, el tema de las jubilaciones, el miedo a perder el trabajo o lo difícil que está conseguirlo. En ese sentido tuvimos un 10% pero logramos que los temas que verdaderamente interesan a la gente, son los que finalmente se discutieron.
En un momento se habló de la posibilidad de llegar al 15% que había logrado carolina Scotto en 2013. El resultado del domingo, ¿es un piso?
Es un piso histórico. Porque en Córdoba hubo una fuga de dirigentes pero no de votantes, que se mantuvieron fieles. El desafío es ensanchar esas bases, hablarles a un electorado más amplio y tenemos propuesta y discusiones que no se dirigen a un solo sector político, sino que abarcan un sector más amplio.
Cambiemos hizo una gran elección en Córdoba pero eso deja por fuera a amplios sectores de la sociedad que Unión por Córdoba no logró representar y problemáticas que nosotros podemos expresar en las elecciones de octubre.
Unión por Córdoba ¿se equivocó o es víctima de la polarización?
El campo político de la Argentina tiene esta tensión entre oficialismo y oposición en dos proyectos que están claramente enfrentados, ideas de país muy diferentes. En esta dinámica, Unión por Córdoba quedó en el medio, porque para los oficialistas está Cambiemos; y para la oposición, estamos nosotros.
La posición de UPC fue confusa, porque hubo un apoyo crítico al gobierno nacional, aunque esta crítica no se la visualizó hasta las últimas dos semanas de campaña, cuando vieron que les estaba yendo mal y por lo que decíamos antes: nosotros en buena medida, logramos que se discutieran los problemas reales de la gente. UPC tendrá que replantearse mucho lo que ha hecho durante estas elecciones.
Mucho se habla también de las diferencias de recursos y visibilidad de la campaña. Cambiemos, por lo menos en Alta Gracia, no apostó a lo usual, con afiches, pasacalles y a posicionar la figura del candidato, a diferencia de UPC. ¿No funciona más la campaña tradicional?
Está mutando. Hay una profesionalización de la política que en algunos sentidos rinde dividendos, pero también agota muchos otros. Hay una crisis con los grandes medios, porque está difícil encontrar una perspectiva crítica. Y las redes han logrado suplantar, yo diría, una buena parte de la discusión electoral. Hasta un 25-30 por ciento se discute a través de las redes sociales y eso marca un cambio porque obviamente trabajar desde ahí es mucho más accesible. Para nosotros la publicidad en los grandes medios es imposible, además que la cartelería o el empapelado también es muy caro. Solo lo pueden hacer los que tengan muchos recursos y eso se siente.
¿Cómo se trabajó en Alta Gracia, considerando que el espacio afín al kirchnerismo estaba fragmentado ya antes del 2015?
En estas elecciones no sólo estamos tratando de colar un diputado o dos en el Congreso, sino que en buena medida estamos refundando nuestro espacio político, con las elecciones en el 2015, tras el ballotage hubo una disgregación, con fuga de dirigentes; eso puso en crisis a todo el espacio. Me parece que en estas elecciones, renovando mucho a los candidatos que presentamos se abre la perspectiva para una nueva organización y consolidarnos como una fuerza política alternativa en Córdoba.
Un frente heterogéneo….
Sí pero me parece que eso es parte de la fortaleza y no una debilidad. Hay que dejar atrás cierta concepción de un kirchnerismo de paladar negro, para lograr representar a sectores más amplios de la sociedad, porque acá lo importante son las políticas generales y eso no quiere decir que tenemos que estar 100% de acuerdo en toda la línea. Ese es un aprendizaje que hemos hecho y es lo más valioso en esta etapa que se abre. Ahora, hay que ver si somos capaces de seguir construyendo y conteniendo a esta diversidad.
¿Cómo se desempeñó la militancia? En Alta Gracia se sumaron nuevas caras…
Este resultado no se hubiera podido alcanzar sin el porte de la militancia. Hemos desplegado una gran red de fiscales en toda la provincia, en las peores o más adversas condiciones económica. Me parece que esta es la potencia del espacio una fuerza que se renueva y puede confiar en sus dirigentes y se apoya en el trabajo de la militancia; y la palabra de los militantes nos importa a la hora de tomar decisiones.
¿De dónde van a salir los votos, para alcanzar un 15 por ciento en octubre?
El 13 de agosto buscamos consolidar el espacio proprio y ahora saldremos a hablarles a un electorado más amplio a grandes rasgos con las misma propuestas, que es tratar de representar a aquellos que están siendo afectados por la política del ajuste y que es un sector mucho más amplio que el kirchnerismo, sin ninguna duda. Podemos entrar en discusión con sectores del peronismo, de la izquierda y del centro también.
Y los fugados de las filas del kirchnerismo hacia UPC…¿van a volver?
En este momento todos están esperando que se calmen las aguas. La elección de Unión por Córdoba fue muy difícil para ellos y todavía tienen que tragar el sapo. Tenemos que dialogar, porque los peronistas de la justicia social no encontraron representación en UPC.
La respuesta a Macri para el 2019, ¿está en el peronismo?
Adelantaríamos mucho, si nos pusiéramos a hablar del 2019, cuando todavía tenemos que enfrentar el 2017. No tengo ninguna duda que tenemos que tener vocación de mayoría si queremos volver a gobernar el país. Para eso hay que tener alianzas que sean amplias y el peronismo es una gran parte del campo popular. Pero hay que diferenciar el peronismo como movimiento y el peronismo como estructura. En Córdoba las estructuras están anquilosadas y necesitan una renovación general. Si eso ocurre podremos entablar discusión. Pero hay otros sectores, como ADN, y todo un espacio del movimiento nacional popular, progresista que está en ese 30por ciento que, en un momento supo representar Luis Juez, que nosotros aspiramos a volver a juntar.
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